Límites legales para frenar el 'botellón'

Los políticos están teniendo que echarle imaginación para hacer frente a fenómenos como el botellón o la movida. Conciliar el derecho al esparcimiento de la juventud con el de los vecinos a dormir sin el tormento de los ruidos está obligando a que las distintas administraciones tengan que plantearse medidas legales para afrontar una realidad que, a menudo, parece desbordar a casi todos.

¿Cómo controlar un movimiento espontáneo de cientos de jóvenes que se asientan cada fin de semana en una zona de una ciudad? ¿Cómo prever y evitar qué lugar va a ser el elegido a continuación? Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que condenaba al Ayuntamiento de Sevilla a adoptar medidas para frenar la movida en una zona de la capital, el Arenal, ha precipitado este debate y la decisión de adoptar medidas.

El ministro del Interior, Mariano Rajoy, anunció poco después de conocerse el fallo del TSJA que el Gobierno iba a prohibir el consumo de alcohol en la calle. Y el Ejecutivo autonómico de Madrid, presidido por Alberto Ruiz-Gallardón (PP), se ha tomado la propuesta al pie de la letra y la semana pasada anunció una ley cuya principal novedad es esta restricción. El Gobierno andaluz duda de la legalidad de prohibir el consumo de alcohol en la calle y se ha declarado a la 'expectativa' acerca de cómo se va a cumplir tan drástica decisión. En cualquier caso, considera que es una opción que sólo puede regular el Gobierno central.

Al margen de esta prohibición, Ruiz-Gallardón incluirá en la ley de Madrid un grupo de medidas que, en algún caso, ya se aplican en Andalucía tras la aprobación de la Ley de Drogas, en 1997, y de su posterior reforma, en abril del año pasado (por ejemplo la prohibición de vender alcohol y tabaco a menores de 18 años). La Junta sostiene que la Ley de Drogas y la de Espectáculos Públicos son instrumentos más que suficientes para combatir estos fenómenos, aunque requerirán una actualización, algo que el presidente de la Junta, Manuel Chaves, quiere que esté ultimado en abril.

Y la apuesta del Gobierno andaluz se centra (mediante una orden y un decreto) en dificultar la venta de alcohol con límites horarios y con la restricción de los establecimientos que pueden vender estas bebidas por la noche. Este empeño es coincidente con el proyecto de Madrid. Ambas administraciones hacen hincapié en reducir los caminos para poder adquirir alcohol por la noche.

Así, ambas han decidido que a partir de las 22.00 sólo se pueda vender alcohol en aquellos locales donde éste se vaya a consumir en el acto, es decir, en discotecas, bares o restaurantes. Esta medida pretende poner fin a los pequeños locales en los que se puede adquirir los paquetes de botella de alcohol, refresco y hielo por un módico precio que oscila entre los 9 y los 16 euros. Además, ambas administraciones pretenden cortar otras vías de suministro de alcohol por la noche, como son el telebotellón, las gasolineras, las estaciones de servicio o mediante las empresas que sirven comida por encargo.