LA CUMBRE DE BARCELONA

Pujol y el PP, contra Maragall

La manifestación contra la globalización separa en bloques a izquierda y derecha. CiU y PP multiplicaron ayer sus críticas contra los socialistas por dar libertad a sus militantes para asistir a la manifestación de los críticos con la globalización el próximo sábado en Barcelona.

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, afirmó que los socialistas 'hacen teatro' y que es 'inmensamente frívolo' permitir a su militancia acudir a las protestas convocadas ante la cumbre de la Unión Europea (UE), cuando la mayoría de Gobiernos europeos son socialistas. Pujol opinó que el PSC ha hecho una 'operación de imagen' para presentarse como 'progre', y que si el PSOE acogiera la cumbre de la UE en el Gobierno, el PSC no permitiría acudir a las protestas a su militancia.

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El secretario general del PP, Javier Arenas, hizo causa común con Pujol y afirmó que 'muchos socialistas europeos se quedarán perplejos y alucinados' al comprobar que el PSC y Maragall 'están apoyando' la manifestación. En términos más suaves que los empleados en días pasados, el presidente del Gobierno, José María Aznar, reconoció en un acto en Madrid el derecho que tienen los ciudadanos a manifestarse en las calles. Aznar llegó a advertir la pasada semana que quienes acudieran a la manifestación desfilarían junto a Batasuna.

Maragall respondió que los catalanes no admiten que se 'prohíban o restrinjan' derechos constitucionales como el de manifestación e insinuó que las críticas de Aznar responden a su 'mal recuerdo' de la marcha contra el asesinato de Ernest Lluch. 'Quizás Aznar tiene algún mal recuerdo de alguna manifestación a la que asistió en Barcelona', dijo en alusión a la multitudinaria marcha de finales de 2000 para condenar el asesinato de Lluch por ETA y que derivó en una proclama ciudadana a favor del diálogo para acabar con el terrorismo.

También el secretario general de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, tildó de 'provocación chapucera' que Aznar 'prevea actos negativos y de violencia'. La dirección de Iniciativa per Catalunya se quejó de que Pujol se haya sumado a la visión 'totalitaria y poco democrática de los derechos de los ciudadanos' que, a su juicio, mantiene con motivo de las manifestaciones.

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