La oposición considera la ley 'exagerada' y 'difícil de aplicar'

Exagerada. Contraproducente. Difícil de aplicar. Efectista. Una medida cosmética. Son algunos de los adjetivos usados por la oposición (PSOE e IU) sobre la ley elaborada por el presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, para combatir el botellón y otras adicciones como el tabaco y las drogas. El propio Defensor del Menor de la Comunidad, Pedro Núñez Morgades, admite que 'es una ley de difícil implantación por ser una ley controvertida'. Al proyecto aún le falta camino por recorrer -su paso por el Consejo de Estado, el Consejo Económico y Social y la Asamblea- antes de hacerse realidad al ser publicada en el Boletín Oficial de la Comunidad.

La oposición en el Ayuntamiento de Madrid -PSOE e IU- considera que el proyecto de ley antibotellón elaborado por el Gobierno regional va a ser ineficaz y critican que se haya hecho sin consensuar con los jóvenes y la oposición.

Rafael Simancas, secretario general de la Federación Socialista Madrileña, criticó que 'una vez más el PP elabora normas de espaldas a la oposición, a los sectores sociales afectados y a los ayuntamientos. Una vez más no cuenta con los jóvenes para elaborar normas que les afectan directamente'.

Aunque está de acuerdo con las limitaciones sobre la publicidad y el alcohol, Simancas considera que 'la prohibición total de consumo en la calle es exagerada, contraproducente, y difícil de aplicar' y que 'será poco eficaz para evitar el consumo compulsivo e irresponsable de alcohol entre los jóvenes'. En opinión del dirigente socialista, la ley seca preparada por Ruiz-Gallardón pretende evitar el consumo de alcohol en las calles sin ningún tipo de matizaciones, pese a que 'no es lo mismo que 300 personas hagan botellón en una plaza que una pareja consuma un par de botes de cerveza en un banco del Retiro'.

La portavoz de IU en el Ayuntamiento de Madrid, Inés Sabanés, coincidió con Simancas al señalar que el proyecto del Gobierno regional es 'precipitado, no consensuado, no trabajado y que atiende sobre todo a los efectos y las molestias que causa a los vecinos de determinados barrios, más que a las causas que generan el abuso del alcohol'.

'Es positivo que la ley haga referencia a la publicidad y a la labor preventiva sobre menores, pero en términos generales hace falta menos prohibición genérica, más intervención, más trabajo, más consenso y más escuchar a los jóvenes, que han quedado excluidos de este debate', añadió Sabanés.

Mientras, el PP insiste en que esas medidas han sido eficaces en otros países. Así lo defendió esta mañana la portavoz del PP en el Ayuntamiento, Mercedes de la Merced, quien indicó también que 'la ley debe ser acompañada de otras iniciativas que ya ha puesto en marcha el Ayuntamiento de Madrid, ya que una medida aislada no podrá solucionar el problema del abuso de alcohol en menores'. La primera teniente de alcalde explicó ayer que lo que no se puede 'permitir es que los adultos den mal ejemplo a los jóvenes al permitir que los adultos beban en las calles'.

Nieves Ayuso, presidenta del Consejo de la Juventud, considera que la futura ley que pretende impedir el consumo de alcohol en la calle es 'imposible de cumplir' porque el Gobierno regional 'no tiene capacidad para controlar' esta práctica. 'Nos parece que lo único que se está abordando son medidas restrictivas y de carácter populista, que no impedirán el consumo de alcohol en la calle', declaró a Efe.

El secretario general de Juventudes Socialistas de Madrid (JSM), Javier Gómez, considera que la futura Ley de Drogodependencia y otros Trastornos Adictivos es 'exagerada, de dudosa eficacia por su imposible cumplimiento y no soluciona los efectivos más negativos del botellón'. Gómez pide al presidente regional que 'sea menos represivo' y que 'afronte de una vez por todas' los problemas que tienen los jóvenes.

El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, descalificó el proyecto de ley de prohibición del consumo de alcohol en las calles propuesto por el Gobierno de Madrid, y opinó que se trata de una medida 'efectista, cosmética inaplicable', además de que acentúa 'el camino trillado del prohibicionismo'. Según Llamazares, el proyecto legislativo de Ruiz-Gallardón proyecta medidas similares a las que 'ya existen en todas las comunidades autónomas, pero son inaplicables'.

El dirigente de IU resaltó que la ley de Ruiz-Gallardón es 'prohibicionista' y 'al estilo de la ley seca norteamericana', pero que el problema que pretende erradicar seguirá 'sumergido, oculto y clandestino'.

El PP, según Llamazares, ha optado por soluciones de 'cosmética' y medidas 'efectistas e inaplicables'.

El propio Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Pedro Núñez Morgades, reconoció que 'hay sectores, especialmente la juventud, que van a ver con mucho recelo esta ley'.

Nuñez Morgades admite que 'es una ley de difícil implantación por ser controvertida', lo que requerirá 'la implicación de todos'.

Consciente de que la ley no goza de un respaldo político unánime, Núñez Morgades resalta que 'puede ser perfectamente enriquecida, ya que queda por delante el debate parlamentario'. El Defensor del Menor espera que de este debate salga 'una ley lo más consensuada posible'.

El proyecto legislativo aún tiene por delante una tramitación que puede durar varios meses: primero, debe ser sometida a dictamen del Consejo de Estado; después, ser enviada al Consejo Económico y Social; a continuación, ser devuelto al Gobierno regional para que estudie las posibles modificaciones propuestas por estos organismos. Por último, tiene que ser enviado a la Asamblea para su debate y aprobación antes de que la ley sea publicada en el Boletín Oficial de la Comunidad. Este proceso puede suponer que la ley antibotellón no esté aprobada antes del otoño.