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Zimbabue vota hoy en unas elecciones que no son ni libres ni limpias

El presidente Mugabe intenta por todos los medios mantenerse en el poder

Hoy comienzan en Zimbabue las elecciones más contestadas desde la independencia. Robert Mugabe, de 78 años, que gobierna el país desde hace 22, se enfrenta por primera vez a una oposición fuerte, mientras hace mella la peor crisis económica que azota a un país sumido en el temor a un pucherazo.

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No se sabe dónde ir a votar ni cuántos votos han sido impresos, ya que el Registro Electoral no publicitó el listado de los votantes y paralelamente mantuvo abierto en secreto el registro entre enero y marzo, a pesar de haberlo declarado oficialmente cerrado a principios de este año. Además, miles de personas perdieron su derecho al voto gracias a la reinstitución, por dictamen presidencial, de leyes restrictivas dictadas por el antiguo régimen de Ian Smith -cuando Zimbabue era Rodesia-, a pesar de la oposición de la Corte Suprema, que considera las medidas anticonstitucionales.

Con tantas leyes que permiten a Mugabe controlar los resultados es imposible hablar de elecciones limpias, aunque, según las últimas encuestas, la gente acudiría en masa a intentar depositar su voto. En total hay 5.600.000 personas con derecho al voto en Zimbabue. El conteo empezará el lunes en medio de un ambiente que ha sido descrito por la prensa como un conteo dentro de un barril de pólvora.

En las principales ciudades ha aumentado la presencia militar, que fue puesta en estado de alerta máxima por Mugabe. El presidente hizo volver al país a las tropas que tenía implicadas en la lucha en la República Democrática de Congo y ha dejado todo el proceso electoral en manos del coronel retirado Sobusa Gula-Ndebele. Según el semanario surafricano Mail & Guardian, en casi todos los puestos que vigilarán el proceso, incluyendo a los monitores, hay militares, lo que hace temer que habrá intentos de manipular los resultados para mantener a Mugabe en el poder.

En Chitungwiza, a las afueras de Harare, una de las zonas más deprimidas -tres de cada cuatro zimbabuenses vive bajo el nivel de la pobreza, el desempleo alcanza al 60% de la población y la inflación es del 120%-, los carteles de Mugabe estaban rayados con las siglas del Movimiento por el Cambio Democrático (MCD), el principal partido de la oposición. Pero casi toda esa población no podrá votar ni hoy ni mañana. El Gobierno exige ahora que cada habitante demuestre que reside en el distrito en que vota con comprobantes de pago de la luz u otros documentos, y como se trata de gente que vive en chabolas de cartón y latas, sin servicios básicos y sin trabajo, no tienen modo de demostrar su residencia. 'Llegue aquí hace cinco horas para saber a dónde tengo que ir a votar, pero todavía nadie ha podido ayudarme', dijo una mujer entre un centenar de personas que intentaba sin resultados obtener información en la oficina del registro electoral, mientras la policía trataba de contener la frustración.

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Partidarios del líder de la oposición, Tsvangirai, en un mitin en Harare.
Partidarios del líder de la oposición, Tsvangirai, en un mitin en Harare.REUTERS

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