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La policía detiene al autor de las pintadas en monumentos de Córdoba

El sospechoso dibujaba símbolos nazis

La policía ha detenido a un hombre de 23 años como autor de las pintadas nazis que han aparecido en las últimas semanas en distintos monumentos del patrimonio artístico de Córdoba. Se trata de Álvaro G.P., camarero de profesión, que ayer quedó en libertad sin fianza tras prestar declaración judicial como presunto autor de daños contra el patrimonio y con la obligación de comparecer ante el juzgado cada 15 días.

Álvaro G.P. fue detenido la tarde del jueves y reconoció ante la policía ser el autor de las pintadas con las que comenzó a agredir monumentos a partir del 16 de febrero pasado. La primera la cometió contra el Cristo de los Faroles, el segundo símbolo de la ciudad después de la mezquita. Más tarde lo hizo contra un altar de San Rafael y los Santos Mártires situado en el casco antiguo y después contra la mezquita El Morabito que el Ayuntamiento tiene cedida a la comunidad musulmana de Córdoba, contra el monumento erigido en honor del torero Manuel Rodríguez Sánchez, Manolete, en el barrio de Santa Marina y contra una estatua del Amor levantada en el Campo Santo de los Mártires, también en el casco antiguo.

El hombre, al que le consta otra detención anterior por robo en el interior de un vehículo, dejaba siempre las mismas marcas cuando atentaba contra los monumentos: cruces gamadas nazis y una cruz invertida. En Comisaría aclaró que utilizaba esos símbolos para hacer creer que grupos nazis y satánicos estaban detrás de esas agresiones. En el caso concreto del Cristo de los Faroles llegó a pintar con aerosol negro los ojos y el torso de la imagen que ahora restaura el Ayuntamiento de Córdoba. En algunas de sus acciones también dejaba pintadas dos haches (HH) que, según la versión dada a la policía, significaba la octava letra del abecedario (H) 'que juntas es un saludo nazi'.

En su declaración manifestó que realizó esas pintadas para llamar la atención 'y para molestar a los cristianos', según fuentes policiales.

El detenido actuaba solo. No formaba parte de ningún grupo. Además, en su declaración también añadió que pensaba seguir con sus acciones. Sus próximos objetivos sería agredir con aerosol al monumento erigido a San Rafael, custodio de la ciudad, en el puente romano, a la fachada de la Sinagoga y a los monumentos levantados en honor de Maimónides, Séneca y Averroes.

La policía había identificado hace días al joven y lo sometió a vigilancia. La detención se produjo en la avenida Medina Azahara, próximo a su domicilio. Fuentes policiales dijeron que la investigación comenzó a centrase en grupos de ideología nazi, que fueron los que proporcionaron las primeras informaciones. A raíz de ello, la policía montó controles en las proximidades de los monumentos religiosos más importantes de Córdoba con la intención de sorprenderlo in fraganti, pero la detención se produjo una vez que los investigadores tuvieron la certeza de su autoría y sin que actuara por sexta vez. Las fechorías las cometía de noche, pues era al amanecer cuando los vecinos de las zonas donde se enclava los monumentos observaban que los mismos habían sido pintados.

La agresión al Cristo de los Faroles provocó una gran indignación ciudadana. La imagen es uno de los monumentos más visitados de la ciudad después de la mezquita y cuenta con numerosos devotos en Córdoba.

Los cordobeses podrán volver a ver la imagen del Cristo de los Faroles el próximo 22 de marzo, Viernes de Dolores, cuando se le retire la lona que cubre la pieza artística que ahora se está restaurando.

La empresa municipal Saneamientos de Córdoba (Sadeco) actúa en la limpieza de los otros monumentos en los que aparecieron, igualmente, puntos de mira y la leyenda Ku Klux Klan. En la mezquina El Morabito también aparecieron las palabras 'moros no'. Sadeco invirtió el pasado año unos 11.500 euros en limpiar pintadas.

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