Llamazares quiere convertir IU en un 'partido arrecife' que aglutine a los movimientos de izquierda alternativos

Gaspar Llamazares, coordinador general de Izquierda Unida (IU), anunció ayer en el Club Siglo XXI su 'voluntad' de convertir IU en 'un partido arrecife' que aglutine, en pie de igualdad, 'los trabajos conjuntos de todas aquellas personas que construyen la izquierda con sus particulares ritmos y formas'. Para ello, ofreció sus siglas como 'el hilo rojo que trence' la 'reconstrucción del espacio político de la izquierda alternativa y transformadora'.

Esa izquierda alternativa se compone, según la pretensión de Llamazares, de sindicatos, movimientos antiglobalización pacíficos, verdes, nacionalistas de izquierda, y movimientos juveniles que no encuentran en la práctica actual de la política una voluntad transformadora que vaya 'más allá de críticas tibias, pactos interesados o preocupaciones por la imagen' que él ve en el PSOE.

En su conferencia Pensar la globalización desde la izquierda, entre la protesta y la propuesta', Llamazares puso el Foro de Porto Alegre como ejemplo a seguir en esa transformación de IU para unir voluntades entre los que buscan 'otra globalización' que ponga freno al 'arrollador avance del McDonald's World'.

Llamazares explicitó su temor a que las movilizaciones antiglobalización previstas en Barcelona los días 15 y 16 se conviertan en una caza de brujas y reclamó 'el derecho que asiste a [Pascual] Maragall a no ser considerado un peligroso rompe-escaparates por pretender participar' en ellas.

Aun más, subrayó que los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos han servido de 'patente de corso' a muchos Gobiernos para la 'involución' política y de las libertades. El discurso antiterrorista, aseguró, está sirviendo de 'excusa para hacer menos libres las libertades y menos democráticas las democracias'. Todo ello unido a la 'doble moral' que tiene su más claro ejemplo en el conflicto palestino-israelí: 'Se nos hiela la sangre cuando escuchamos al genocida [Ariel] Sharon decir que aún deben morir muchos más palestinos para hacer posible una negociación de paz' y que 'los palestinos sólo se sentarán a negociar cuando estén derrotados'.