_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Manifestaciones en la cumbre

El objetivo de toda manifestación en la vía pública es, por lo general, protestar ante unos hechos o unas decisiones políticas, sociales o económicas determinadas; presionar mediante la movilización ciudadana a las autoridades y la clase política, y también expresar que hay otras opciones diferentes de las que toman quienes desempeñan el poder político y económico.

Uno de los efectos de la globalización y del proceso de unidad europea es que nunca como ahora muchos de quienes desempeñan el poder político y económico del mundo occidental se habían reunido periódicamente en una ciudad determinada, lo que provoca las consiguientes protestas y foros alternativos, que lamentablemente, de manera general, no acaban siendo noticia por las propuestas de las ONG ni por el debate generado, sino por los actos de violencia provocados por grupos minoritarios y por la inadecuada respuesta policial. En Génova hubo el primer muerto y algunas unidades de la policía vulneraron los más elementales derechos de los detenidos. En Barcelona, en la manifestación celebrada con motivo de la reunión del Banco Mundial, la policía no dio muestras de cordura al infiltrar entre los alborotadores a agentes con la cara tapada que sin identificarse empezaron a golpear con palos y a detener tanto a los autores de los destrozos como a manifestantes pacíficos.

Las ONG han aceptado reunirse lejos de los lugares ocupados por la cumbre europea de Barcelona. Es una buena noticia para que no se repitan lamentables errores policiales

Ahora, con motivo de la cumbre de la Unión Europea que se celebrará en Barcelona, los grupos críticos con la globalización y la política de la Unión Europea, agrupados muchos de ellos alrededor del Foro Social de Barcelona, han decidido, tal como solicitaban el Ayuntamiento y el Ministerio del Interior, renunciar manifestarse por el paseo de Gràcia el próximo día 16 y han ubicado las manifestaciones, debates y conciertos en emplazamientos alejados de los puntos donde se reunirán y alojarán los madatarios europeos. Ello es una buena noticia y no debe entenderse como una renuncia o derrota de las ONG, sino como una muestra de su madurez y un aliciente para la ciudadanía, que podrá acudir sin temer recibir los palos de la policía. En Barcelona tenemos el precedente de las protestas del Día de las Fuerzas Armadas de hace dos años, que al convocar los pacifistas una fiesta en la Ciutadella, lejos del desfile, obtuvieron un éxito de asistencia. Y una vez más la policía actuó de manera polémica, pues cuando grupos reducidos de jóvenes pretendieron manifestarse en la plaza de Espanya y dirigirse hacia el desfile, la policía cargó de manera indiscriminada y resultó agredido un concejal de CiU que prefirió mirarse el desfile y las protestas que generaba desde la distancia.

Por ello, una vez desplazadas las manifestaciones de los lugares sensibles, para que la cumbre de la Unión Europea no se convierta en un episodio más de la golobalización de la violencia callejera y los abusos policiales es imprescindible que la policía actúe con extrema corrección ante las manifestaciones minoritarias que se celebrarán fuera del marco unitario. Hay grupos que preparan acciones no violentas de protesta ante las que sería un error responder con pelotas de goma que, como pasa últimamente, reciben los transeúntes. Quien pretende bloquear una calle encadenándose asume que se lo llevarán a rastras a un furgón, pero no debe ser tratado como un militante de Jarrai. Y si grupos violentos pretenden hacerse notar, una respuesta indiscriminada puede generar una espiral que no beneficiaría ni a la ciudad ni al foro alternativo.Y aquí no sólo podrían recibir tortazos pacíficos ciudadanos, sino que tendremos a los hinchas del Liverpool, algunos de los cuales no necesitan mucha cerveza para apuntarse a broncas ajenas.

Confiemos, pues, en que los responsables de la policía estén a la altura y muestren la cordura que les ha faltado en otras ocasiones. Eviten que los ciudadanos sintamos por la presencia policial y las calles cerradas que vivimos en una especie de estado de sitio. Confiemos en que ONG, sindicatos y grupos sociales tengan la libertad para debatir, replicar y manifestarse, y en que la respuesta a los posibles actos no autorizados, pero pacíficos, no sean porrazos. Y en que si los amantes de la bronca y la quema de cajeros automáticos entran en acción, la policía sea capaz de actuar en el lugar y el momento preciso, no una hora después, sin aplicar su violencia contra ciudadanos ajenos.Y aquí no sólo podrían recibir tortazos pacíficos ciudadanos, sino que tendremos a los hinchas del Liverpool, algunos de los cuales no necesitan mucha cerveza para apuntarse a broncas ajenas.

Confiemos, pues, en que los responsables de la policía estén a la altura y muestren la cordura que les ha faltado en otras ocasiones. Eviten que los ciudadanos sintamos por la presencia policial y las calles cerradas que vivimos en una especie de estado de sitio. Confiemos en que ONG, sindicatos y grupos sociales tengan la libertad para debatir, replicar y manifestarse, y en que la respuesta a los posibles actos no autorizados, pero pacíficos, no sean porrazos. Y en que si los amantes de la bronca y la quema de cajeros automáticos entran en acción, la policía sea capaz de actuar en el lugar y el momento preciso, no una hora después, sin aplicar su violencia contra ciudadanos ajenos.

Xavier Rius-Sant es periodista

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_