UNA IGLESIA PARA QUE OREN LOS ESPÍAS
El patriarca de la Iglesia rusa ortodoxa Alexis II bendijo ayer una iglesia especialmente acondicionada para los agentes del Servicio Federal de Seguridad de Rusia, antiguo KGB, que en tiempos soviéticos persiguió a curas y feligreses. A la inauguración de la Iglesia de la Sabiduría Divina asistió Nikolái Pátrushev, director del FSB (según las siglas rusas) acompañado de toda la plana mayor de este servicio secreto, que todavía despierta muchos recelos entre la población. Tras cordiales frases de agradecimiento remitidas a las autoridades eclesiásticas, Pátrushev, que recibió del patriarca un icono de san Nicolás, dijo que se trata de un acontecimiento memorable porque el templo se encuentra en territorio bajo el control directo de su institución. El patriarca manifestó su satisfacción porque ahora el FSB, al igual que los ministerios del Interior y Defensa, tiene a su disposición una iglesia propia 'para que los agentes puedan orar antes o después de cumplir sus misiones'. Alexis II ha sido acusado por la prensa y por sus adversarios de haber colaborado con el KGB en la época soviética. Desde la caída de la URSS, el poder ruso se ha aproximado a la Iglesia ortodoxa, que cada vez parece más la religión del Estado. El presidente Vladímir Putin, que fue agente del KGB, no desaprovecha ocasión para mostrar su fe ortodoxa y se reúne regularmente con el patriarca.
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