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MATERIALES

La nanoquímica sienta las bases de los ordenadores moleculares

El diseño de nuevos materiales electrónicos y fotónicos e, incluso, el futuro de la medicina y la farmacología pasa inevitablemente por el desarrollo de 'una química de alta calidad'. Así lo han certificado algunos de los principales expertos internacionales en nanoquímica reunidos en Valencia -como F. Fraser Stoddart, de la Universidad de California y Andrew B. Holmes, de la Universidad de Cambridge- para quienes los avances en el área de la nanotecnología -como los polímeros electroluminiscentes- permiten afirmar que las bases para el diseño y comercialización de los ordenadores moleculares están sentadas.

'Se trata del desarrollo de un ordenador mil veces más potente que los actuales, no sólo en cuanto a la capacidad de almacenar datos, sino también en rapidez y velocidad de respuesta', según explicó Herminio García, del Instituto de Tecnología Química de la (ITQ) Universidad Politécnica de Valencia. De hecho, diversos proyectos puestos sobre la mesa en el simposio internacional sobre nanoquímica celebrado los días 4 y 5 de marzo en Valencia ponen de manifiesto que multinacionales como IBM y Hewlett Packard están abandonando la tecnología del cristal líquido en las pantallas de los teléfonos móviles por nuevos materiales químicos como los polímeros electroluminiscentes, que permiten la transmisión y reproducción de imágenes a color.

Válvulas y músculos

'Esto es un hecho, el reto está ahora en pantallas más grandes, como las de los ordenadores y televisores', confirma Avelino Corma, organizador del simposio, convencido de que 'una química de alta calidad abrirá múltiples posibilidades en muchos campos'. Corma se refiere a las aplicaciones en el sector de la electrónica, no sólo con el desarrollo de los polímeros y de sensores más eficaces, sino también en el diseño molecular de máquinas, catalizadores, válvulas e, incluso, en la creación de músculos moleculares que supondrían un salto en medicina.

La nanoquímica es una ciencia que investiga la creación y el diseño de sistemas, moléculas y estructuras del tamaño de 1 nanómetro -es decir la milmillonésima parte de un metro- para que realicen una función determinada en respuesta a un estímulo externo.

Es en éste área donde trabaja un grupo de investigadores de la Universidad de Cartagena, dirigidos por Toribio Fernández, y del Instituto Pasteur, con el objetivo de que los músculos de polímeros artificiales -creados a partir de supramoléculas- puedan reemplazar los actuales sistemas mecánicos para ser utilizados en medicina, especialmente en el diseño de nuevas prótesis ortopédicas.

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