Chicano recrea en estilo pop la historia de la cofradía de la Esperanza en su sede
Un mural de 23 metros del artista malagueño adorna el salón de tronos
El pintor malagueño Eugenio Chicano está pintando un mural de 23 metros de largo por 15 de ancho para decorar los techos del salón de tronos de la Archicofradía de la Esperanza de Málaga. En estilo pop, la pintura narra los hitos más significativos en la historia de esta agrupación de más de 400 años de antigüedad. En esta antología, llena de contrastes, Chicano retrata desde lo más sacro a lo más popular, desde el baño de multitudes hasta los misterios del Bautismo y la Anunciación, enmarcados en fondos de la ciudad.
'Era el encargo justo y vino en el momento preciso', dice Chicano. Su intención y la de la archicofradía era contar mediante imágenes la historia de esta agrupación del Jueves Santo, una de las más queridas por los malagueños. En escenas enlazadas se va desgranando una epopeya que se inicia con el gremio de los toneleros que fabricaban los barriles para el vino de Málaga, que fueron germen de la creación de la Esperanza, sobre el 1560.
También se destaca la figura de los primeros mecenas y donantes, como el escultor Mariano Benlliure, que fueron dotando de uno de los ajuares más ricos de la pasión malagueña a esta agrupación. Y el antiguo trono de la Virgen, llamado el de la Estrella en su salida de la iglesia de Santo Domingo. En el centro del mural, Chicano pinta el misterio del bautismo. La cara es la del Nazareno del Paso -encargada a un escultor, Benlliure, y no a un imaginero como era tradición-, y el río Jordán lo traslada hasta el puerto de Málaga. El pintor, fascinado por la mezcla entre tradición popular, devoción y solemnidad, también rescata el momento multitudinario de la bendición del Cristo en la Plaza de la Constitución, o el aguador que refresca el romero que se tira al paso de la Esperanza, regado con colonia por calle Larios, hace años.
'Tras mi andadura en la Fundación Picasso, Carlos Ismael Álvarez, el hermano mayor, me propuso la idea del mural', relata Chicano. 'He gozado de la mayor de las libertades y me he encontrado con un trabajo que está lleno de ingredientes interesantes', añade. Este artista lleva pintando paneles de cinco metros de altura desde hace ocho meses y espera terminar esta lectura 'cómoda y emocionante' para principios de septiembre. En este mural, uno de los mayores retos profesionales del pintor, quedarán inmortalizados los rostros de 84 personas vinculadas a la historia de la archicofradía.
'Este trabajo es un canto a los Sagrados Titulares, un homenaje a los cofrades pero también al pueblo llano que arropa al Cristo y la Virgen en la calle', explica el hermano mayor. 'Somos conscientes de que en muchos casos el mundo cofrade necesita una revisión y una puesta al día', añade Álvarez, quien, conocedor de la obra de Chicano, gran muralista, le encargó este proyecto hace dos años.
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