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Detenido por quemar a su ex novia con salfumán después de que una mujer viese su foto en televisión

El agresor echó el ácido a su ex compañera tras gritarle 'feliz día de San Valentín' en Alicante

F. Javier Barroso

'Feliz día de San Valentín', le gritó Pedro Ruiz García, de 44 años, a su ex novia Rosa María A. G., de 36 años. La felicitación fue acompañada del lanzamiento de una botella de salfumán, que abrasó la cara, los brazos y la espalda de la mujer. Eso sucedió el 14 de febrero, día de los enamorados, en una calle de Alicante. Once días después, una vecina de Madrid vio la foto del supuesto agresor en televisión y llamó a la policía para informar de que se había cruzado con él en el barrio de la Ventilla. Agentes de la comisaría de Tetuán le arrestaron el lunes, cuando iba por la calle.

La agresión se produjo a las puertas del colegio público La Aneja, en la calle de Jaume Mas y Marcel de la capital alicantina, donde Rosa María trabaja de conserje. El individuo se acercó a la mujer y le arrojó sobre el rostro una botella que contenía ácido sulfúrico (salfumán). Tras lanzarle la sustancia, el agresor emprendió la fuga a pie. Una pareja de policías que patrullaba la zona observó el bolso de la mujer tirado en el suelo. Al acercarse al lugar, oyeron gritos de auxilio. La víctima fue trasladada al hospital General de Alicante con pronóstico muy grave: sufría quemaduras de segundo y tercer grado en el 12% de su cuerpo, que afectaban a los ojos, la cara, los brazos y la espalda.

A pesar de la gravedad, la víctima pudo decir a los investigadores que su agresor había sido su ex novio Pedro Ruiz García, con el que había convivido los cuatro últimos años. El hogar familiar lo compartían con el padre de ella y un hijo de una anterior relación sentimental de la mujer. Hacía un mes que Rosa María había roto con su pareja. Según la policía, la mujer sufría un acoso continuo: la vigilaba a todas horas y la efectuaba llamadas de teléfono, visitas inesperadas y amenazas directas si no volvía con él.

La policía comenzó a vigilar Torrevieja, el municipio donde nació Ruiz García. Las pesquisas llegaron a Francia, donde vive su madre. Todas las investigaciones dieron resultado negativo, por lo que el Grupo de Homicidios de Alicante, perteneciente a la Brigada de Policía Judicial, cursó una orden de búsqueda y captura a nivel nacional y a través de Interpol.

La historia saltó a los medios de comunicación nada más conocerse. El programa Historias de hoy, de Tele 5, difundió un retrato del supuesto agresor, que fue facilitado por la familia de Rosa María. Una vecina del distrito de Tetuán, cuya identidad se mantiene en el más absoluto secreto, creyó reconocerle, por lo que denunció a la comisaría del distrito que una persona con las mismas características físicas se encontraba por la zona por la que ella vivía.

Pasar inadvertido

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Según fuentes de la investigación, Pedro Ruiz se trasladó a Madrid porque en el distrito de Tetuán vive un familiar. Además, al tratarse de una gran ciudad, su intención era pasar más inadvertido que en una localidad más pequeña como Torrevieja (59.000 habitantes).

La estrategia de Ruiz le sirvió de poco, ya que los agentes del MIP I de Tetuán confirmaron, tras interrogar a comerciantes y vecinos de la zona, que el supuesto agresor había sido visto en los últimos días por diversos puntos del barrio. Por ello, montaron una estrecha vigilancia de la zona indicada por la vecina.

La búsqueda dio sus frutos a las tres de la tarde del pasado lunes, 11 días después de haber atacado a su ex compañera sentimental. Los agentes de un coche patrulla lo localizaron en la calle del Padre Rubio, número 36, cerca de Vía Límite. Los policías, tras confirmar que tenía pendiente una orden de búsqueda y captura, comprobaron que sufría una quemadura en la mano izquierda, sin que le hubiera sido curada. Los agentes le trasladaron al hospital La Paz, donde más tarde reconoció que se la había producido con el líquido (salfumán) con el que se había quemado su ex novia.

El detenido declaró en comisaría que no acosaba a Rosa María. También afirmó que el día 14 acudió a una cita que ambos habían concertado para poner fin a su relación y 'quedar como amigos'. Aseguró que llevaba una botella de líquido abrasivo, pero que su intención no era arrojárselo. Fue la propia mujer, según su relato, la causante de que el líquido saliera de su recipiente: ella le recibió con insultos, se inició un forcejeo y el salfumán le cayó en la cara. También negó que huyera del lugar. En su declaración mantuvo que desconocía que Rosa María hubiese quedado tumbada en el suelo, pidiendo ayuda, ya que no oyó nada.

El detenido tiene un antecedente por un delito de usurpación de funciones públicas al hacerse pasar por policía.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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