Chaves denuncia los 'retrasos incomprensibles' del Gobierno en el proceso de transferencias

Manuel Chaves aprovechó ayer el acto institucional de entrega de medallas de la comunidad con motivo del Día de Andalucía para denunciar, una vez más, 'los olvidos y retrasos incomprensibles' en la culminación del proceso de transferencias y, especialemente, el de las políticas activas de empleo. En un tono más neutro, aunque igual de reivindicativo, que el utilizado por el Gobierno andaluz en su declaración institucional con motivo del 28-F, el presidente de la Junta defendió una España plural y exigió 'lealtad al significado profundo del Estado de las Autonomías'.

El líder socialista evitó las palabras gruesas en su discurso, menos extenso que en otras ocasiones, para criticar los 'retrasos incomprensibles' que se producen en la cesión de nuevas competencias. Hasta un total de 45 materias tiene anotadas el Gobierno andaluz en la lista de espera, aunque la batalla mayor la está dando por las políticas activas de empleo, cuya cesión anunció en diciembre de 1997 el entonces ministro de Trabajo, Javier Arenas. También los sucesores del actual secretario general del Partido Popular en el ministerio han venido anunciado el 'inminente' traspaso, que el Gobierno central sitúa ahora en el segundo semestre de 2002. Para Andalucía, dijo Chaves, la transferencia de las políticas activas de empleo 'es un objetivo de máxima prioridad política y social'.

Igualmente, el presidente de la Junta aprovechó el 22 aniversario del referéndum del 28 de febrero de 1980 -por el que Andalucia accedió al autogobierno por la vía más rápida contemplada en la Constitución- para defender el Estado de las Autonomías y 'asumir con lealtad por parte de todos' la pluralidad de España. Manuel Chaves abogó por la 'conversión del Senado' en una Cámara territorial, la creación de la conferencia de presidentes autonómicos y la 'presencia de las autonomías en los consejos de ministros de la Unión Europea, dentro de la delegación española'.

A todas estas propuestas se opone la dirección nacional del PP, aunque no todos sus presidentes de comunidades, aun cuando Manuel Chaves cree que las iniciativas descritas 'contribuyen a garantizar la cohesión de España y su unidad política'.

También destacó el debate abierto en la UE sobre el papel de las regiones que, en su opinión, 'debe ser cada vez más importante', por que lo que 'España no puede quedarse al margen de este proceso'.

El presidente andaluz también aludió a la negociación abierta entre España y Reino Unido sobre la soberanía de Gibraltar y avanzó algo más de lo dicho hace 15 días en el Parlamento cuando consideró una posibilidad el solicitar fondos de la Unión para crear un programa transfronterizo Andalucía-Gibraltar-Marruecos. Chaves aseguró ayer que la Junta se 'propone solicitar' la puesta en marcha de este plan, aunque si las conversaciones hispano-británicas se estancan poco margen de maniobra tendrá el Ejecutivo autónomo.

El papel mediador de Andalucía en el Mediterráneo, una de las constantes argumentales de Manuel Chaves en todos sus discursos, fue resaltado por el presidente andaluz, quien aseguró que su Gobierno trabaja 'en la misión' de acercar la posiciones de árabes y judíos.

Estatuto y reforma

La mayor parte de su intervención la dedicó a su propuesta de segunda modernización, sin que en ningún momento utilizara tal definición. La educación, como pilar de 'carácter estratégico y decisivo', y la incorporación de Andalucía en todos sus niveles a la sociedad de la información, fueron los objetivos marcados por el presidente andaluz para el progreso de la comunidad.

También con una elipsis, aludió a su propuesta de posible reforma del Estatuto de Autonomía, lanzada en el último debate sobre el estado de la comunidad. 'Por ser una propuesta que afecta o puede afectar al núcleo institucional y al interés general de Andalucía, es preciso que todos seamos de nuevo protagonistas de nuestro propio destino y que activemos con fuerza el afán y el espíritu ilusionante del 28 de febrero', aseguró.

Chaves apostilló que el éxito de la iniciativa dependerá en gran medida a que haya una amplia participación social y cuanto 'más consensuados queden sus resultados' y pidió que nadie se considere excluído de la propuesta de reforma estatutaria 'sea cual sea su ubicación política o ideológica'.