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Las residencias para menores desamparados tendrán más educadores

El Gobierno presenta a los sindicatos su plan para mejorar los centros

La Comunidad promete reducir este año el tamaño de las residencias para menores desamparados y aumentar su plantilla de educadores. Éstas son algunas de las medidas para atajar los problemas de violencia en estos centros que la consejera de Servicios Sociales, Pilar Martínez, presentó ayer a los representantes sindicales del Instituto Madrileño del Menor y la Familia (IMMF). Desde ahora, para trabajar en los internados se exigirá formación de grado medio en educación social, y no sólo bachillerato.

Buena parte de las medidas presentadas por la consejera ya estaban incluidas en un acuerdo firmado el 5 de diciembre de 2000 con los sindicatos. Pero Martínez matiza que en aquel acuerdo 'no se fijaban fechas de cumplimiento y ahora sí: el año 2002'. Resalta que, además, 'se han incorporado proyectos nuevos'.

CC OO, UGT y CSIT calificaron la reunión de 'positiva'. Para Javier Díaz Toril, de CC OO, 'después de las reiteradas quejas de los educadores por la situación de los centros es bueno que por fin se cumplan los acuerdos de 2000 y que se avance en nuevas actuaciones'. Elena Moral, de CSIT, cree que 'quedan muchos aspectos por desarrollar', pero valora 'el compromiso de salir adelante'. Juan Luis Martín, de UGT, pone un pero: el presupuesto. 'Lo que proponen tiene coste, y no tenemos garantías de que vaya a haber dinero', plantea. La consejera replica que sí hay presupuesto.

Éstos son los objetivos del IMMF, algunos de los cuales ya habían sido reclamados por sindicatos y educadores:

- Internados más pequeños. La capacidad de las residencias se va a reducir, quedándose la mayoría con menos de 50 plazas para dar mejor atención a los niños. Se construirán dos nuevas, en Arganda y Aranjuez.

- Más educadores. Ahora, según Martínez, cada educador atiende a 10 niños; se quiere bajar ese número a seis. Para ello, serán contratados 27 educadores a jornada completa, 20 auxiliares, cuatro educadores de fin de semana y 10 para suplencias.

- Centros especializados. El Instituto no prevé abrir por ahora ningún centro específico para menores con trastornos de conducta (concertará seis plazas para casos graves con el centro Dulce Nombre de María de Málaga). Para los chavales con enfermedades mentales va a subvencionar ocho plazas en la asociación Nuevo Futuro, y firmará un acuerdo con el hospital de Nuestra Señora de la Paz para la atención psiquiátrica de los menores que lo precisen. Otro de los planes es abrir en Carabanchel un centro de baja exigencia (más flexible), con 12 plazas, para adolescentes que no se adaptan a las residencias. Su gestión será pública.

- Centro de acogida. El actual centro de primera acogida de Hortaleza (donde ingresan los chavales desamparados en un primer momento) especializará sus 40 plazas en adolescentes, y se abrirá otro para pequeños, con 20 camas, en la residencia Isabel Clara Eugenia.

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