España no ve sitio para las regiones en los órganos europeos de decisión

'No tiene cabida en los Tratados de la Unión Europea ni en la Constitución Española'. De esta forma tan tajante rechazó ayer el ex presidente del Tribunal Constitucional Álvaro Rodríguez Bereijo la pretensión de algunas comunidades autónomas de estar representadas en los órganos de decisión de Bruselas. El jurista Rodríguez Bereijo preside por encargo del Gobierno español el Consejo para el Debate sobre el Futuro de la UE.

Representante del presidente del Gobierno español en la Convención encargada de elaborar la Carta de Derechos Fundamentales de la UE, aprobada en Niza en diciembre de 2000, Rodríguez Bereijo fue llamado el año pasado por Aznar para presidir el Consejo sobre el Futuro de la UE en un momento en el que los líderes europeos lanzaban continuas ideas de reforma. 'Es verdad que ha habido falta de propuestas por parte de España', reconoció ayer en el curso de un debate organizado en Madrid por la Asociación de Amistad Hispano-Francesa Diálogo, 'pero no creo que se trate de hacer una carrera de ideas'.

El abogado y catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid considera que la Convención que comienza mañana sus trabajos tiene varios ejes fundamentales: la simplificación de las leyes de los Quince, la definición del papel de los Parlamentos nacionales, la democratización de las instituciones europeas y el reparto de competencias entre la Unión y los Estados. A pesar de su experiencia en la anterior Convención, Aznar no le ha elegido ahora para representar al Gobierno español en el proceso de 'constitucionalización' europea y ha designado a la eurodiputada Ana Palacio.

Para que la Convención pueda entregar sus propuestas a la Conferencia Intergubernamental de 2004 se abre ahora un debate sobre las regiones, que no cuentan, según Rodríguez Bereijo, con representación en las instituciones de la UE. Pero también advierte de que en Europa no hay un espacio regional homogéneo que va desde el centralismo de Francia, pasando por el modelo de España, hasta el sistema federal alemán. 'No se debe usar a la UE como pretexto para buscar una representación política [en Bruselas] que pertenece al Estado', advierte, no sin aclarar que, en su opinión, las regiones deberían tener vías para 'participar en la formación de la voluntad del Estado' en las relaciones con la UE.

Rodríguez Bereijo también se mostró contrario a la propuesta británica de crear un directorio de grandes Estados que esté de forma permanente al frente de la UE, y en el que sólo rotarían los países pequeños.