La policía concede permiso de armas a Batistuta

Apagado por su raquítica racha goleadora en esta temporada previa al Mundial, el delantero argentino Gabriel Omar Batistuta acaparó ayer el protagonismo al trascender que la policía le ha concedido permiso de armas para defenderse de una banda de ladrones que está haciendo estragos en varias zonas acomodadas de la capital italiana, entre ellas los barrios de Casalpalocco, Axa e Infernetto.

Batigol, de 33 años, es el máximo realizador en activo en Italia, con 178 goles que igualan la marca de Roberto Baggio, pero este año parece en horas bajas. Sólo ha sumado seis goles -la pasada temporada llevaba ya 14 es estas alturas- y ayer fue abucheado en algunos momentos puntuales en los que no estuvo afortunado aunque al final se retiró entre aplausos cuando fue relevado por Tomassi en el minuto 71.

El delantero argentino saltó ayer de las páginas de deportes a las de local en el diario La Repubblica al conocerse que podrá utilizar una pistola para protegerse. Muy aficionado a la caza, Batistuta ya tenía en su casa un fusil que ahora también le servirá como arma de defensa. La decisión la tomó el pasado 29 de diciembre cuando el ariete sorprendió a unos ladrones que intentaron -el jugador avisó por teléfono a tiempo a la policía- penetrar en su mansión.

La moda ha cuajado en el vestuario del Roma, el club que, muy por encima del Lazio de Mendieta e Iván de la Peña, arrasa en número de seguidores en la capital romana. A la petición de Batistuta se sumó pronto su compatriota Walter Samuel, también amante del mismo deporte.

Otros dos futbolistas han seguido el mismo camino: el delantero Vincenzo Montella y el lateral francés Vincent Candela fueron sancionados recientemente con la retirada del carnet durante dos meses tras ser sorprendidos por la policía al conducir a excesiva velocidad cuando salían del estadio Olímpico de Roma. Los dos alegaron, sin demasiado éxito, que estaban zigzagueando en su intento de huir de un supuesto ladrón que les perseguía al volante de un BMW. El argumento no convenció a los agentes, y ahora ambos han solicitado disponer de un arma.

Los cuatro futbolistas, todos ellos, salvo Montella, titulares ayer, deberán ajustarse a la ley, que obliga a no utilizar la pistola o el fusil fuera de sus propiedades o estrictamente en los polígonos de tiro. Montella, pese a no haber sido objeto de robo alguno, solicitó el permiso para proteger su finca, en la que ha instalado un sofisticado sistema de seguridad, y en la que guarda una colección de coches de lujo.