La revista 'El maquinista de la Generación' recuerda a escritores olvidados del 27

El Centro Cultural de la Generación del 27 de Málaga ha editado el segundo número de la revista El maquinista de la Generación, dedicado, en su mayor parte, a la recuperación de escritores olvidados como Pedro Garfias o Esteban Salazar Chapela, a los autores que tuvieron que exiliarse y la relación epistolar que mantuvieron estos creadores. En esta publicación se descubren dibujos inéditos de Miguel Hernández y las declaraciones de amor con las que pidió en matrimonio a Josefina.

La revista recoge asimismo los primeros escritos de Juan Rejano y su participación en el diario del Sinaia, el barco que lo alejó de España hasta México, o las cartas inéditas de Altolaguirre a Luis Cernuda solicitando su participación en la revista Litoral. 'El exilio y las cartas. En estas dos líneas quisimos cargar las tintas de esta revista, hacer un homenaje a los exiliados republicanos y a la costumbre epistolar', dice Lorenzo Saval, director del Centro Cultural de la Generación del 27. 'Este número está lleno de cartas que sitúan el personaje, su obra, que te dan una pauta histórica y mucha documentación', añade.

Y también se ha recuperado una generación de pintores vinculados al 27 y que fueron poco conocidos en España, aunque sí tuvieron un importante hueco en países americanos como México. Cristóbal Ruiz, Antonio Rodríguez Luna o Miguel Prieto son algunos de estos nombres obviados en la historia del arte contemporáneo.

Esta revista hace, además, parada en una de las anécdotas de Manuel Altolaguirre. 'Entre las dos líneas de fuego... existía un pequeño molino de papel. Nunca ningún ejército lo hubiera considerado lugar estratégico; pero para mí tenía una importancia excepcional... Los trapos viejos triturados y blanqueados se transformaban en hojas blanquísimas de papel... Editamos varios libros. Entre ellos España en el corazón, de Pablo Neruda; como materia prima para el papel de este libro se usaron banderas enemigas, chilabas de moros y uniformes de soldados italianos y alemanes'.

Este texto está extraído de El caballo griego, de Manuel Altolaguirre, el poeta e impresor malagueño que editó muchos de los textos de los escritores de la Generación del 27. En él cuenta cómo hacía papel durante su estancia en el Cuerpo del Ejército. A falta de recursos suficientes, aprovechaba las ropas de los enemigos, que una vez transformadas en hojas de papel fino y blanco servían para publicar los romances, canciones tradicionales, antologías de poetas contemporáneos y colaboraciones inéditas que se editaban en el suplemento literario del boletín militar.

En su repaso por la intensa vida intelectual de la Málaga de la modernidad, el Centro Cultural ha recordado el paso de Dalí y su musa, Gala, por las playas de la provincia. 'Vinieron aquí para sacar la primera revista surrealista en Málaga, debido a la experiencia de Litoral, aunque al final no salió', cuenta José Antonio Mesa Toré, codirector de la revista.

El maquinista de la Generación ha querido rescatar también a una de las figuras menos conocidas de la literatura malagueña. Esteban Salazar Chapela, nacido en pleno centro histórico, en la calle Ollerías, escribió a sus 20 años en todos los periódicos más importantes. Con la guerra, se exilió a Inglaterra y se convirtió en un novelista aislado.