Nostalgia en cuatro ruedas

Apasionados de los coches, curiosos y muchos jóvenes son el público mayoritario de Retromóvil, el salón del automóvil clásico que tiene lugar desde el pasado viernes y hasta hoy en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo. En los 260 expositores que componen la muestra, se puede comprar y vender todo lo relacionado con la mecánica antigua. En opinión de los organizadores, esta muestra, en la que también se pueden encontrar motos, trofeos, piezas, pinturas, carteles, miniaturas, y mucha 'cacharrería', se ha convertido en una de las citas más importantes para los compradores de vehículos de colección de Europa.

Además de las marcas clásicas como Jaguar, Rover, Rolls-Royce, Mercedes, y las reliquias de coleccionistas privados, en esta edición hay, incluso, dos desguaces que exhiben sus particulares tesoros, como por ejemplo, motos rescatadas del olvido todavía manchadas de barro. 'Lo que importa es que sea antiguo. Todo se puede comprar y vender', comenta Alberto García, responsable de comunicación de la muestra.

Una de las mayores atracciones es el Rolls que empleaba la esposa de Franco

El salón ocupa la tres plantas del Pabellón, una superficie neta de 10.400 metros cuadrados. La planta intermedia está dedicada al mercadillo-librería, el sótano a la compraventa de coches y motos, y la superior se ha convertido en una galería de exposición. Si uno se da un paseo por el Salón, puede encontrar repuestos para el clásico Dos Caballos, comprar un Seat 600 por la módica cantidad de 300.000 pesetas o un Rolls-Royce Corniche por bastante más: 55 millones de pesetas.

La principal novedad del Salón, que en la pasada edición recibió más de 60.000 visitas, es la exposición de vehículos de la Guardia Real compuesta por un Rolls-Royce, dos Cadillac, dos Harley Davidson, de museo y dos motos BMW actuales.

La joya de la exposición

El teniente Cristóbal Bleda de la Guardia Real muestra orgulloso la joya de la corona de Retromovil: el Rolls-Royce Silver Wright. 'El coche entró en servicio en 1950 y era utilizado por Carmen Polo (la esposa de Francisco Franco). Sirvió de inspiración para los famosos Phantom IV fabricados por Rolls-Royce en serie limitada'. Uno de estos últimos vehículos es el que actualmente utiliza el rey Juan Carlos es sus desplazamientos durante las visitas de un jefe de Estado extranjero.

Los Phantom IV son automáticos, y para conducirlos hay que recibir una formación especial debido a su gran tamaño. De los 18 únicos fabricados en todo el mundo, la casa Rolls- Royce se quedó con uno y el resto se vendió. En España hay tres, según el teniente Bleda, que fueron adquiridos por el general Franco en 1952. Los automóviles, expuestos al público por primera vez se encuentran normalmente en el palacio de El Pardo, en el regimiento de la Guardia Real.

Otra de las novedades de esta edición es la creación del Club Mundial Hispano-Suiza que, promovido por el Museo Salvador Claret de Girona y algunos propietarios de coches de la marca, se presenta por primera vez en un salón internacional.

El stand más visitado ha sido el del Mini, al frente del cual está Felipe Torres, presidente del club español que agrupa a los apasionados de este pequeño coche. En su expositor se pueden encontrar 25 modelos de los años 1959 a 2002: descapotables, furgonetas y modelos únicos. Según Torres, su puesto se ha convertido en una cita obligada 'para localizar cualquier pieza del Mini'. El primer día de exposición vendieron dos coches, uno de ellos por 500.000 pesetas y el otro por casi tres millones. 'Es el coche de la nostalgia. La gente que lo tuvo en los años sesenta lo añora y son los compradores habituales de los modelos clásicos', concluye.

Adolfo Gil es otro amante del coleccionismo. Es dueño de cuatro Mercedes y dos Porche clásicos y pertenece al Club Mercedes de Madrid, creado el año pasado, y que ya cuenta con 60 socios. Gil opina que no hay que tener mucho dinero para ser coleccionista. 'Puedes tener un coche antiguo por menos de un millón de pesetas, lo importante es estar dispuesto a cuidarlo'. La mayoría de los coleccionistas tiene un coche para viajar y los de colección los utilizan los fines de semana, para sus ratos de ocio, según Gil.

Juan Hurtado, dueño de la empresa granadina Hurtan, fabrica coches de aire retro con todas las ventajas de la mecánica actual. Su empresa está especializada en el modelo inglés descapotable Morgan. La réplica de la carrocería se complementa con un motor de gasolina sin plomo y se puede adquirir a partir de 2.800.000 pesetas.

VII Salón del Automóvil Antiguo y de Colección. En el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo. El horario de visita es de 10.00 a 20.00. Precio: 10 euros, adultos; cinco, niños de siete a 12 años. Gratuito para menores de siete.