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CARTAS AL DIRECTOR
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Prescripción

Me gustaría que hiciera pública la queja que hacemos porque con la salud no se debe ni se puede jugar. A causa de la sospecha del padecimiento de una enfermedad por el cabeza de familia, suscitada por dos facultativos especialistas de distintos centros hospitalarios pertenecientes a servicios de salud públicos, para la tranquilidad de la familia y la actuación farmacológica lo más rápida posible, nos remitimos, con el conocimiento de los facultativos citados, a una clínica privada con un supuesto gran prestigio.Contactamos con el doctor Mata, del Servicio de Ciencias Neurológicas de la clínica Rúber, de la calle de Juan Bravo de Madrid, y nos da una cita el día 26 de noviembre de 2001.

En la visita se nos comunica que no se puede descartar ni confirmar nada y que se necesita realizar una resonancia magnética. Se nos cobra la consulta y, seguidamente, le realizan la resonancia, que pagamos inmediatamente después.

Mi padre estaba con un tratamiento preventivo para frenar el ritmo de avance de la enfermedad que había aconsejado uno de los facultativos del ente público. El médico de la clínica Rúber nos comunica que tras valorar el resultado de la resonancia (que estaría en sus manos en tres días) nos enviaría un informe en el que indicaría un tratamiento más fuerte en caso de confirmarse la enfermedad. Por todo esto, y como se acabó el tratamiento que estaba tomando, decidimos no reanudarlo a la espera del prescrito por el médico de la clínica Rúber.

Tras esperar un tiempo prudencial y después de múltiples llamadas por teléfono a la clínica, respondidas con evasivas o con cuelgues de teléfono, y después de asegurarnos de que nos lo enviaban un día y otro y el siguiente y el informe no aparecía, pues tuvimos que reanudar el tratamiento inicial.

El día 12 de febrero de 2002 recibimos el informe después de haber tramitado queja en la Comunidad de Madrid. Damos gracias a Dios porque la enfermedad no es grave, ya que si lo hubiera sido de nada nos serviría tan pronta respuesta. ¡Y eso que fuimos a 'lo privado y con renombre y con gran prestigio' para agilizar las cosas y evitar el avance de la no confirmada enfermedad!

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