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Entrevista:MARÍA CORRAL

'Hemos competido con todos los museos'

La colección de la Fundación La Caixa es un mito para los aficionados al arte contemporáneo. Se conocen las piezas, y por ello está considerada una de las mejores de Europa, pero hasta ahora nunca se había presentado de forma amplia. El próximo 27 de febrero se inaugurará oficialmente el nuevo centro cultural de la entidad en Barcelona, situado en una antigua fábrica modernista restaurada en la zona de Montjuïc (avenida del Marqués de Comillas, 6-8), y todas sus salas de exposición se dedicarán a presentar la colección. Será una fiesta que María Corral, una de las figuras españolas con mayor prestigio internacional en el mundo del arte, vivirá con especial emoción. Con esta exposición abandona la dirección de esta colección que inició en 1985.

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PREGUNTA. ¿A partir de qué criterios o necesidades empezó la colección?

RESPUESTA. Hacer una colección no es lo mismo que organizar exposiciones. Una colección es un compromiso con los artistas y con el arte. La idea fue de Josep Vilarasau, actual presidente de la Fundación La Caixa, que pensaba que en España ya había muchas instituciones que hacían exposiciones, pero no había casi ninguna entidad, ni pública ni privada, que tuviera esta intención de coleccionar a partir de una idea.

P. ¿Y cuál fue esa idea?

R. Al ser La Caixa una institución catalana y no haber en Barcelona un Museo de Arte Contemporáneo, se decidió comenzar una colección española, que recogiese muy selectivamente las expresiones artísticas y movimientos que habían tenido lugar en nuestro país entre 1940 y 1980, y, simultáneamente, hacer otra colección internacional a partir de 1980, incluyendo tanto a artistas españoles como a extranjeros. Esta última es la que ahora presentamos.

P. ¿Por qué 1980?

R. Porque ésta fue la década en la que realmente España, con la democracia, se incorporó al mundo del arte internacional. Y porque coleccionar hacia atrás era excesivamente caro, y tampoco podríamos haber conseguido las piezas que así hemos conseguido.

P. Pero hay artistas anteriores.

R. Sí, además de reflejar todos estos movimientos que se sucedieron en los ochenta, queríamos también tener artistas que habían empezado a trabajar en los sesenta y setenta, pero cuya obra continuaba siendo importante e influyente en los ochenta. Nombres como Beuys, Judd, Kounellis, Nauman o Merz, por citar algunos. Buscamos tenerlos representados con obras de los ochenta para poder mostrar las dos generaciones al mismo tiempo. Indiscutiblemente hemos comprado muchos más artistas españoles porque ésta es una colección hecha desde España y para España. Nos parece que uno de los trabajos importantes que ha conseguido esta colección es la contextualización de los artistas españoles con los mejores extranjeros del momento.

P. ¿Se puede hablar en los noventa de movimientos cómo se hacía en los ochenta?

R. Creo que no. El cambio más drástico se produjo a finales de los ochenta, cuando comienza la necesidad de redefinir el cuerpo al margen de la tradición, la aproximación evidente hacia el género, la sexualidad, el erotismo, los sentidos, la perfección. Hay una vuelta hacia la performance y el arte conceptual.

P. ¿Diría que ha habido una intelectualización o academicismo en este arte neoconceptual?

R. No, yo al arte de los noventa no le llamaría neoconceptual. Es un arte ligado a las circunstancias sociales, políticas y culturales que concurren en el fin del milenio, y esto se aprecia en la complejidad de soportes que los artistas utilizan y que tienen que ver con la complejidad de nuestra vida actual. Estas circunstancias son muy difíciles de sintetizar en una pintura. La pintura se ha convertido casi en un lenguaje autista, es decir, que habla de sí misma y se está refiriendo a la propia pintura.

P. En algunos casos se ha producido un arte que al ser tan inmediato es como si enseñara al público a mirar las cosas más banales como si fuera arte.

R. No, el arte no es arte porque yo lo quiera ver como tal. No es que todos seamos artistas. La realidad es que hay mucha gente que pretende hacer arte, pero artistas de verdad hay muy pocos; pasa lo mismo con las obras, hay una producción enorme, pero buenas obras de arte hay muy pocas. Es decir, que para reunir las obras que tenemos en este momento en la fundación, con la calidad que tienen, hemos estado siempre compitiendo con la Tate Gallery, el Ludwig de Colonia, el MOMA, Saatchi... Nuestra competencia eran todos los museos y eso es un trabajo enorme, porque tienes que estar en el momento justo en el sitio adecuado. He tenido que ser la primera en el estudio, la primera antes de que se inaugurase la exposición en una galería, o en una feria, o en eventos como la Bienal de Venecia o la Documenta.

P. ¿Busca obras concretas?

R. Hay gente que dice que hoy día todos los museos son iguales, y yo no estoy de acuerdo. Puedes encontrar los mismos nombres pero no las mismas obras. Para esta colección no hemos seleccionado las obras con la misma mirada que puede tener el Museo Ludwig u otro museo. Siempre hemos buscado una relación con lo que se estaba haciendo en España. Casi tardamos tres años en encontrar los baselitz que queríamos.

P. ¿Qué hace falta para reconocer que ésta es la obra?

R. Es principalmente experiencia. Yo he nacido rodeada de arte y viendo arte constantemente. Es ver, ver y ver. Hay que leer y estudiar, pero sobre todo hay que ver mucho. Eso es lo que hace de repente el 'ver una obra' o un artista. Luego lo vas siguiendo.

P. ¿Cómo será esta primera exposición de la colección?

R. Hemos intentado mostrar el espíritu de la colección, que está hecha de individualidades, intensidades y momentos. Queríamos que estuvieran reflejadas ciertas expresiones artísticas representativas de los últimos veinte años, que los artistas españoles estuviesen contextualizados con los extranjeros; que estén representados las diferentes técnicas o medios con los que los artistas se expresan. Y además todo esto tiene que funcionar. Ha sido un montaje lleno de renuncias, ya que nos hubiese gustado exponer todo, pero finalmente no estará expuesto ni tan siquiera un 15% de la colección.

P. ¿Es el mejor montaje?

R. Teniendo en cuenta que se enseña un pequeño porcentaje, el montaje se podría haber hecho de mil formas diferentes. Es decir, que esta presentación no quiere decir que estén las mejores obras o que la segunda instalación no sea mejor que ésta. Hay muchas piezas que ocupan mucho espacio. Si hubiéramos puesto casi todas las instalaciones que tenemos exhibiríamos un 6% de la colección. Y eso, claro, en la primera exposición no se puede hacer. Lo que he intentado es poner más pintura de forma que se puedan ver más obras. Pero hay algunas instalaciones grandes de Beuys, Kounellis, Boltanski y Kabakov. Lo que quiero es que cada artista pueda verse por sí mismo y al mismo tiempo en relación con los demás. Ahora ocupará todo Caixaforum, y después sólo un ala, pero de forma permanente, lo que ha sido mi batalla desde 1987.

María Corral, directora de la colección de arte de la Fundación La Caixa.
María Corral, directora de la colección de arte de la Fundación La Caixa.CONSUELO BAUTISTA

'Ahora volveré a ser coleccionista'

MARÍA CORRAL deja la dirección de la colección de la Fundación La Caixa por motivos personales y según el plan pactado con la entidad hace dos años, pero no dejará de estar conectada con el arte ni con el coleccionismo. 'Ahora volveré a ser coleccionista. Desde que empecé a comprar para La Caixa no he vuelto a comprar para mí', reconoce. 'Y, además, hay muchas cosas que quiero hacer ahora. Tengo encargos, como la Bienal de Pontevendra, que dirijo por segunda vez y que se celebrará en el mes de junio. Estoy comisariando una exposición de Hernández Pijuan para el Macba, otra para el Espai de Castelló, dentro de un programa de revisión del arte de las tres últimas décadas, y también la exposición de Julian Schnabel para el Palacio de Velázquez. En este momento estoy haciendo el proyecto para el futuro museo de Santander, que recuperará el de Bellas Artes y se ampliará al arte contemporáneo. Es decir, que tengo muchos proyectos. Pero son eso, proyectos que me van a tomar un tiempo pero que también me permitirán ocuparme de mi familia y mis cosas, algo que durante todos estos años no he podido hacer'. Sobre la colección que ha ocupado su interés y su vida estos años, espera que su sustituto, se baraja el nombre de Vicente Todolí, 'la mejore aún más'.

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