El alcalde desoyó la petición de IU y PSOE de que saliera a poner fin a la 'batalla campal'
El edil socialista Eugenio Morales entregó al regidor una pelota de goma y varios cartuchos
El pleno municipal celebrado ayer en la Casa de la Villa quedó totalmente disvirtuado por los incidentes ocurridos cuando los antidisturbios disolvieron la concentración de unos 2.000 policías municipales. Cuando se debatía el asunto más relevante de la sesión, la prolongación de la Castellana, llegó hasta el salón del pleno el sonido sordo de los disparos de botes de humo y pelotas de goma. Inés Sabanés, portavoz de IU, tomó la palabra y pidió al alcalde, José María Álvarez del Manzano, un receso. Rafael Simancas secundó a Sabanés y urgió al regidor a que pusiera fin a la carga policial personándose en la plaza de la Villa. Álvarez del Manzano se negó a hacerlo, ante lo que los ediles de PSOE e IU abandonaron el pleno.
El pleno municipal de ayer se anunciaba como una de las sesiones más tensas de los últimos meses ante el rechazo de las grupos de la oposición a la modificación del Plan General de Ordenación Urbana para aumentar la edificabilidad en la prolongación de la Castellana. Pero el debate urbanístico quedó relegado a un segundo plano ante la violencia de la carga policial contra unos 2.000 agentes locales que se concentraron para protestar por la reorganización de la Policía Municipal puesta en marcha por la edil María Tardón, tercera teniente de alcalde.
Las medidas de seguridad adoptadas en torno al Ayuntamiento -un doble cordón de vallas y agentes cerraba los accesos en las calles Mayor y del Sacramento- se prolongaban en el interior de la Casa de la Villa. Parejas de policías municipales estaban apostados junto a los ascensores, mientras que varios agentes recorrían los pasillos con perros adiestrados para la detección de explosivos, según explicó uno de los ujieres que controlaban el acceso a la tribuna de invitados. En ésta se encontraban varios policías camuflados de paisano.
La violenta carga de los antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía contra los manifestantes coincidió con el debate del punto más relevante del orden de día.
El eco de los petardos
El barullo formado en la calle se apoderó del pleno hasta el punto de que la edil Matilde Fernández, que intervenía en ese instante por el grupo socialista, se vio obligada a justificarse: 'No puedo gritar más; puede parecer que estoy enfadada, pero los petardos de la Policía Municipal hacen tanto eco en este pleno que, si no hablo alto, no me oirán'.
Al tiempo, varios ediles se habían acercado a las ventanas comprobando que lo que creían petardos de los manifestantes eran, en realidad, disparos de pelotas de goma y botes de humo de los agentes antidisturbios. El alcalde ordenó tajantemente a los concejales que volviesen a sus asientos o abandonaran la sala; entonces tomó la palabra Inés Sabanés, portavoz de IU: 'Tengo que pedir un receso en el pleno. Intenten parar una batalla campal que se está produciendo en la calle'.
'Este pleno no se detiene por nada', replicó a Sabanés el alcalde. Rafael Simancas, portavoz del PSOE, intervino entonces pidiendo al alcalde que dejara la presidencia del pleno a Mercedes de la Merced, primera teniente de alcalde. 'Si no quiere interrumpir el pleno, cumpla con su obligación y gobierne esta ciudad. Hay heridos de consideración. Deje ahí arriba a la primera teniente de alcalde y baje a cumplir con su obligación', exigió Simancas.
Desde la tribuna de invitados, una decena de asistentes aplaudió la intervención del portavoz socialista. Ante ese hecho, Álvarez del Manzano recordó en tono tajante que no permite manifestaciones del público en los plenos y, tras amenazar con desalojar la tribuna, contestó a Simancas: 'Yo sé cuál es mi obligación. No alteren la compostura. Hagan el favor de cumplir con su obligación, como están haciendo otros abajo [por el Cuerpo Nacional de Policía]. No alteren la vida democrática'.
Varios concejales de la oposición abandonaron entonces el pleno para interesarse por lo que estaba ocurriendo en la plaza, mientras que el portavoz de IU en materia de Urbanismo, Justo Calcerrada, anunció: 'Dadas las circunstancias, renuncio al uso de la palabra'. Después siguió los pasos de sus compañeros. Sólo quedaron en sus escaños Inés Sabanés y Rafael Simancas, en representación de sus grupos, y Matilde Fernandez, que completó su intervención respecto a la prolongación del paseo de la Castellana. Este proyecto quedó aprobado con sólo los votos del PP.
'Por una cuestión de respeto institucional no nos hemos ido todos. He llamado desde el pleno al delegado del Gobierno, Francisco Javier Ansuátegui, para pedirle que pusiera fin a la intervención de los antidisturbios. Esa labor de intermediación que he tenido que ejercer yo la tenía que haber hecho el alcalde', explicó Simancas tras concluir el debate. El portavoz socialista señaló que Ansuátegui no atendió su llamada. 'Nos hemos quedado los portavoces para que no se interrumpa el pleno, aunque creo que el alcalde tenía que haber aceptado un receso. Era obligación del gobierno ver que se estaba produciendo una situación grave', agregó Sabanés.
'Machacados'
Cuando se templaron los ánimos en la plaza de la Villa, los ediles de la oposición retornaron al pleno. Eugenio Morales, que fue responsable de Policía Municipal en el último gobierno municipal socialista, se dirigió a la presidencia y depositó sobre la mesa varios cartuchos empleados por los antidisturbios para disparar las pelotas de goma y unas gafas rotas. 'Un regalo de su policía. Con esto es con lo que están siendo machacados ahí abajo', espetó Morales al alcalde. Tanto PSOE como IU anunciaron que en el próximo pleno pedirán la dimisión de la responsable de la Policía Municipal, María Tardón.
El alcalde lamentó, al término del pleno, 'el espectáculo dado por los concentrados', y afirmó que 'un pleno democráticamente constituido no debe interrumpirse por ningún asunto que esté en el exterior'. 'Estaría bueno que cada vez que una institución democrática se reúne y hay un incidente fuera se interrumpiera, porque ésa sería la manera de que nunca celebrásemos plenos municipales', continuó.
Según Álvarez del Manzano, 'hay alguien que manipula a los que están en la calle. Los propios sindicatos han confesado que no tenían autorización para concentrarse y que, por tanto, no se responsabilizaban de lo que sucediera. Lo que quiere decir que [los manifestantes] han venido con libertad y sin autorización'.
Sobre las peticiones de la oposición de que se abra una nueva mesa de negociación para poner fin al conflicto en la Policía Municipal, el alcalde explicó que los cinco sindicatos con representación en ese cuerpo han sido convocados este mes en tres ocasiones por el equipo de gobierno para dialogar. 'Y no concurrieron a las mismas, aunque seguimos teniendo la puerta abierta para seguir dialogando', puntualizó, tras lamentar que hubiera heridos.
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