El drama de Aicha, una joven saharaui dividida entre dos familias

Aicha Embarek es una saharaui de 19 años que hace ocho fue acogida temporalmente por Julia Taladriz y Javier Barrios, un matrimonio del pueblo leonés de El Espino. Desde entonces, la joven sólo ha visitado en dos ocasiones a su familia, que vive en los campamentos de refugiados de Tinduf, en la frontera de Argelia con el Sáhara Occidental. En la última de estas visitas, hace cinco meses, su padre le prohibió volver a España con el argumento de que era la primogénita de seis hermanos y debía cuidar a su madre, que está enferma. Aicha no quiere quedarse en los campamentos y ha intentado escapar. Su padre lo ha impedido. La pareja española que se ha ocupado de ella todos estos años afirma que se trata de un caso de 'secuestro'. La Delegación Saharaui de Castilla y León y varios representantes del Frente Polisario en España han declinado intervenir en el conflicto, pues consideran que se trata de un problema entre dos familias.

Sobre el papel, Aicha es mayor de edad. El delegado del Polisario en Castilla-La Mancha, Abidín Bucharaya, que desempeñaba el mismo puesto en Castilla y León cuando la muchacha llegó a España, certifica que en la República Árabe Saharaui Democrática las mujeres acceden a la mayoría de edad a los 18 años. Sin embargo, Zahra Ramdán, miembro de la comisión ejecutiva de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis, precisa que 'en los campamentos de refugiados impera en derecho consuetudinario musulmán, según el cual una mujer sólo obtiene la mayoría de edad cuando contrae matrimonio'.

Aicha ha vivido con el matrimonio leonés, en El Espino, desde los 11 años. Ha estudiado en el instituto del pueblo cercano de Vega de Espinareda y el pasado mes de septiembre obtuvo una beca para estudiar en el Campus Universitario de Ponferrada Ingeniería Agroalimentaria. Todo este tiempo, sus padres de acogida han ejercido como tales con los permisos pertinentes de la Delegación Saharaui de Castilla y León y el Ministerio del Interior español. La joven cuenta con un carné español vigente, como estudiante extranjera con domicilio en El Espino.

El pasado septiembre fue animada a viajar a los campamentos de refugiados por sus padres de acogida para 'no perder los lazos familiares'. Al llegar allí, comprendió que nunca saldría si no era con la ayuda de Julia y Javier, y así lo hizo saber a ambos. Los dos se presentaron en Tinduf, pero la negativa de los verdaderos padres de Aicha a que la joven volviera a España fue tajante.

Un amigo del matrimonio, Miguel García, contactó con personas de la zona e intentó hace tres semanas una rocambolesca huida de la muchacha, que su padre logró frustrar. Aicha le entregó una carta para su familia de acogida en la que dice: 'Sé que si falla lo que tenemos planeado habré jodido mi vida y no volveré a veros jamás. Pero no me olvidéis, ni os canséis de buscarme, ¿vale?'.

Los compañeros de instituto de Aicha han recabado más de 15.000 firmas de otros jóvenes para forzar su regreso.