La madre de Belinda muere atropellada por un coche en Estados Unidos

Araceli Tortosa ya no podrá pelear más por la custodia de su hija Belinda. Esta malagueña de 42 años -que durante diez meses estuvo escondida con la menor para eludir la orden judicial que le obligaba a entregarla a su padre, residente en Estados Unidos- falleció ayer en Pennsylvania tras ser atropellada por un coche que se dio a la fuga. Una portavoz de la familia pidió una investigación ante las 'extrañas circunstancias' de su muerte, mientras su hija mayor dijo que 'no es un accidente'.

Araceli había viajado a Estados Unidos en diciembre pasado justamente para ver a su hija, de siete años. Belinda vivía allí desde que en junio un juzgado malagueño, cumpliendo una sentencia de la Audiencia provincial, permitiera que el padre, Jerry Kholer, se la llevara a Estados Unidos. A las cinco de la mañana de ayer, la abogada estadounidense que había contratado Araceli llamó a sus familiares en Málaga y les comunicó su muerte. Según informó Europa Press, su cuerpo fue reconocido por su ex-marido.

Dolores Núñez, portavoz de la plataforma que se formó el año pasado para ayudar a Araceli a recuperar la custodia de la pequeña, se personó ayer en la Subdelegación del Gobierno para exigir una investigación sobre 'las extrañas circunstancias' de su fallecimiento y pedir la intervención del Ministerio de Asuntos Exteriores. Nuñez exigió a las autoridades españolas que presionen a las americanas para que se esclarezca su muerte 'porque es una hispana y no le van a prestar atención a su atropello'.

Tanto Núñez como la hija mayor de Araceli, Patricia Harrei, insistieron en las extrañas circunstancias del suceso: fue atropellaba mientras paseaba por una carretera con poca circulación de una pequeña localidad y por un coche que se dio a la fuga. 'No es un accidente, en un accidente uno se para y atiende a quien sea', dijo su hija. La familia está pendiente de la repatriación del cadáver.

Araceli viajó a Estados Unidos gracias a aportaciones de la plataforma. Estaba alojada en casa de su ex-marido para estar cerca de Belinda y porque carecía de recursos. El 12 de marzo iba a asistir en Málaga al juicio por desobediencia a la justicia que tenía pendiente por haber huido con su hija. Después tenía planeado retornar a Estados Unidos, conseguir un empleo y vivir cerca de Belinda.