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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Picaresca

Le escribo esta carta para poner en su conocimiento un nuevo caso de picaresca que hemos sufrido en estos últimos días y que creo pueden estar sufriendo más personas, sobre todo gente anciana o distraída.

Concretamente, los timadores son, sorprendentemente, dos empresas de 'reconocido prestigio' mercantil. Estas dos presuntamente reconocidas empresas, al parecer, se han puesto de acuerdo en ofrecer a los clientes de la primera una serie de seguros. Para ello, nada mejor que utilizar la base de datos de la primera, a la que obligatoriamente tienes que contratar tu suministro eléctrico, que, por supuesto sin consentimiento por escrito de los interesados, cede todos los datos personales (que incluyen teléfono y número de cuenta corriente) a la segunda, para que ésta haga sus ofertas de seguros.

Todo esto viene al caso porque mi madre, J. M., recibió el pasado 20 de diciembre de 2001 una llamada de teléfono de alguien que decía ser de Unión Fenosa y que le ofreció un plan de protección de accidentes. Mi madre, que, además de unos pocos años, tiene una minusvalía acústica reconocida por el Imserso, contestó que ella no daba su consentimiento en ningún caso sin leer la póliza. Como la voz telefónica le insistió en que los dos primeros meses de dicho seguro eran gratuitos, alertó a la vendedora de que no intentara cobrarle nada sin que ella hubiera leído y firmado la correspondiente póliza.

Pese a todo lo anterior, la pasada semana mi madre recibe en su domicilio una carta, y cuál no sería su sorpresa cuando en la misma se le comunica que se ha hecho efectiva la póliza a partir del citado día 20 de diciembre, y que a partir del 20 de febrero de 2002, o sea, transcurridos los dos primeros meses de efecto de la supuesta póliza, se pasaría al cobro de la prima correspondiente, que, menos mal, sólo sería la parte mensual correspondiente a la prima anual (en este caso, 1.600 pesetas, ya que la cantidad anual son unas 20.000). No parece mucho dinero, pero muchos pocos son un gran negocio. Ya que nadie facilitó los datos del lugar de pago, ha de entenderse que éste ha sido cedido directamente por Unión Fenosa, que necesariamente ya los conoce.

Puestos en contacto con el número de teléfono que figura en la documentación remitida para comunicarles la situación, se limitan a indicar que, 'aunque no tienen grabación, existe un consentimiento verbal', o que 'sin duda esa persona solicitó que se le enviaran los papeles', para acabar con un grato y sin duda atento 'a mí no me cuente su vida' (señorita María José, departamento de reclamaciones).

No obstante, por mor de la verdad, se ha de indicar que finalmente quedaron en anular dicha póliza. Esperemos que en este caso el acuerdo verbal, esta vez sí manifestado claramente, sirva para algo.

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Mención aparte ha de realizarse también del comportamiento de la entidad bancaria Caja Madrid, la del interés más desinteresado, a la que, comunicado el asunto y solicitado que no abone en ningún caso el citado cargo, contesta -verbalmente, eso sí- que esos cobros están mecanizados y que ellos no pueden hacer nada (central de Caja Madrid, en la plaza del Celenque).

Por todo esto, señor director, las preguntas que, entendiendo que son de interés general, uno se hace son las siguientes:

¿A cuántas personas no habrán engañado las empresas antes mencionadas pasando al cobro una prima basada en un supuesto acuerdo verbal de un seguro no querido. (No se juzga si bueno o malo, sólo no querido).

¿Quién vigila que nuestros datos confidenciales, que estamos obligados a ceder a las grandes compañías oligopolísticas de servicios públicos no sean usados contra nosotros y nuestros intereses?

¿Cómo podemos fiarnos de las entidades bancarias, de las cuales somos clientes y que tienen en depósito -únicamente en depósito, por el que nos cobran su buena comisión de administración y mantenimiento- nuestro dinero, que no pagarán todo aquello que supuestamente les sea presentado al cobro sin una sola instrucción o firma por nuestra parte?

Dándole las gracias anticipadas por su atención y deseando que la divulgación de estas prácticas sirva para evitar nuevos casos de atropellos, se despide, quedando a su disposición para facilitarle cuanta información necesite sobre este delicado asunto.

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