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Entrevista:JOHANN MUEHLEGG | Esquiador de fondo | XIX JUEGOS OLÍMPICOS DE INVIERNO | Salt Lake City 2002 | XIX JUEGOS OLÍMPICOS DE INVIERNO | Salt Lake City 2002

'Mi futuro está en España, pero hay que ver en qué condiciones'

Johann Muehlegg (Grainau, Alemania; 8 de noviembre de 1970) tenía libre el viernes. Una autoconcesión merecida. El jueves había terminado su segundo gran trabajo para el deporte español al ganar también la medalla de oro en los 20 kilómetros de persecución de esquí de fondo. El sábado anterior había calificado su primer triunfo, en los 30 estilo libre, como 'total', pues con él completaba una trilogía gloriosa con la Copa del Mundo y los Campeonatos Mundiales. Con eso se conformaba, pero ha logrado más. El pasado fin de semana, antes de continuar los duros entrenamientos para los 50 kilómetros estilo clásico (los esquís, en paralelo) del próximo sábado, ha hecho balance de su carrera y su momento. Está feliz. No quiere hablar nunca de los problemas que le empujaron a dejar Alemania y no descarta ganar una increíble tercera medalla de oro. Sería una orla difícilmente alcanzable en el futuro por un español. Pero, dentro de su felicidad, recuerda que todo lo que ha conseguido se debe a un duro esfuerzo porque es un atleta lento. Y, en su exigente profesionalidad de figura, ya anuncia que deberá reunirse pronto con las autoridades deportivas para planificar su futuro. Sin apoyo ni motivación no podría seguir. Suena a amenaza, pero recalca que ese futuro está en España.

'Soy un profesional y necesito organizar mi vida y la de mis técnicos. Para eso hace falta dinero'
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Pregunta. ¿Qué medalla de las dos conseguidas le cansó más?

Respuesta. La segunda.

P. ¿Pese a ser sobre 10 kilómetros menos?

R. Sí, pero eran dos carreras con estilos diferentes en una sola. Muy duro para la musculatura. Y después fue mucho más cansado aún porque tuve que atender a más prensa que el primer día, y la fiesta con la cena, y todo eso. No es fácil.

P. ¿Le molesta la prensa?

R. No. También es mi trabajo. Y un triunfo sin prensa no es un triunfo.

P. La alemana sí le molesta.

R. No me interesa. Me ha hecho mucho daño. No le doy entrevistas. Siempre me hace las mismas preguntas sobre mi pasado. La polémica allí también es porque les da rabia que un alemán que corrió por Alemania cambie de país y empiece a conseguir triunfos. Pero es normal. Alemania es una gran potencia en los deportes de invierno y va arriba en el medallero, pero no logra victorias en el esquí de fondo. Les ha dolido.

P. También hay polémica en España respecto al grado de españolidad de sus éxitos

R. Bueno, yo respeto la opinión de todo el mundo. Llevo tres años corriendo por España, logrando triunfos para España, y quiero seguir. Me siento español fuera y dentro de España y creo que todo lo que hago es propaganda para España. Y soy un ejemplo para que seguramente suba el esquí de fondo en España. Lo entienden muy bien el rey Juan Carlos y el presidente Aznar, que me han felicitado. Siempre les doy las gracias, como a toda la gente que me ha ayudado a esta nueva vida.

P. Fue emocionante cuando cogió la bandera y cedió unos segundos al no poder apoyarse más que en un bastón.

R. Lo hice como un gesto de agradecimiento. Era muy importante para mí y lo sentía.

P. Pero también se sentirá alemán.

R. Yo tengo un sitio en Baviera, en Grainau, cerca de la frontera con Austria, pero nada más. Ayer, precisamente, sí di una entrevista a la ORF, la televisión austriaca, porque me lo pidió uno de mis técnicos, que es de ese país. Y a la televisión francesa. Pero la alemana, repito, no me interesa.

P. ¿Antes de los Juegos pensaba conseguir lo que ha conseguido?

R. Antes no pensaba llegar a tanto. Sólo necesitaba una medalla. Si no ganas nada, se monta un cacao. Pero ahora, con dos medallas y en esquí de fondo, contra los nórdicos, que no es fácil, me siento un deportista muy grande.

P. Es una de las estrellas, con dos títulos, como el esquiador alpino noruego Kjetil Andre Aamodt y el saltador suizo Simon Ammann y con uno menos que el biatloniano también noruego Ole Reinar Bjoerndalen, uno de los que dejó tirados en los 30 kilómetros.

R. ¿Ammann ha ganado las dos medallas? Muy bien. Y Bjoerndalen es un gran atleta. Bueno, yo, con estos triunfos, he cumplido un sueño en mi vida. Primero, la Copa del Mundo; luego, los Mundiales y una plata, y aquí dos oros... He ganado todo, lo máximo. Me siento muy feliz.

P. ¿Cuánto hay de calidad y de trabajo en sus éxitos?

R. Lo mío es un triunfo del trabajo. Como deportista, soy muy lento. Tengo un motor turbodiesel. Pero mi máquina es muy buena para esta pista de Soldier Hollow, muy dura, en altitud y con muchas subidas y bajadas. Me he entrenado mucho en altura para ello. Desde junio hasta la primera semana de noviembre estuve en el monte Stelvio y en Sierra Nevada. ¿Quién hace este trabajo?

P. Tiene 31 años y en el esquí de fondo se puede estirar el rendimiento en la élite. ¿Llegará hasta los Juegos de Turín 06?

R. Depende de cómo vayan las cosas esta primavera. De la motivación. Necesito hablar pronto con el COE, el CSD y la Federación Española, aunque ésta se halla en manos de una junta gestora. Es muy importante planificar el futuro. Soy un profesional, vivo de esto y necesito organizar mi vida y la de mis técnicos. Para eso hace falta dinero. Y no sólo puede salir de la Federación o del CSD, sino también de un grupo de patrocinadores. Mi futuro está en España, pero hay que ver en qué condiciones. Conseguir un resultado es muy fácil, pero la motivación para entrenarse día a día es muy dura. Después de los triunfos, todos te felicitan. Eso es fácil. Pero ninguno ha visto el trabajo que ha habido detrás ni te ha ayudado.

P. ¿Cuánto se entrena?

R. Cuatro horas y media de esquí, dos y media por la mañana y dos por la tarde, y luego masaje y gimnasio, con pesas, dos veces a la semana.

P. ¿No ha bajado el ritmo aquí?

R. La primera semana, sí, a dos horas. Pero después de un día libre, con vistas a los 50 kilómetros, otra vez las cuatro horas para engrasar la máquina. Es que puedo volver a ganar y será el último sacrificio.

P. ¿Qué come habitualmente?

R. Pasta, carne, jamón... y una medicina importante: un vaso de vino tinto, pero poco.

P. Su capacidad pulmonar es enorme

R. ¡Uf! No sé... Esta temporada no la he medido, pero creo que quizá nueve litros.

P. ¿Ha practicado más deportes?

R. Un poco de ciclismo.

P. Practica un deporte para solitarios. ¿Se siente solo?

R. Sí. Por eso trato de conocer a mucha gente al llegar a los sitios. Si no, es malo estar siempre solo.

P. Entonces, no se va a volver a casar.

R. Siempre estoy viajando. Más de 300 días al año. Es una vida muy sacrificada para compartirla.

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