_
_
_
_
_
Reportaje:TEATRO

La Frida de Lepage

Javier Vallejo

El tren aplastó al camión contra la esquina. Fue un golpe extraño, no violento, sino sordo, lento, que maltrató a todos. Y a mí mucho más. El choque nos brincó hacia delante, y el pasamanos me atravesó como la espada a un toro'. Así narraba Frida Kahlo a Raquel Tibol el terrible accidente que acabó de minar su salud cuando estaba en la flor de la vida. Alguien recogió a la joven del pelo negro, largo y trenzado, y la tendió sobre una mesa de billar, hasta que los chicosde la Cruz Roja la trasladaron al quirófano. Aquella operación fue la primera de la treintena que jalonó la vida de la pintora yaciente, de la mujer que retrató las mil variaciones de sí misma que devolvía el espejo instalado bajo el dosel de su cama.

El cuerpo delicado y doliente de la hija de fotógrafo Wilhelm Kahlo se ha convertido en uno de los iconos del siglo XX: por un lienzo suyo subastado en Sotheby's se pagaron cinco millones de dólares hace un par de años, entre sus principales coleccionistas está la cantante Madonna (que no hace mucho se dolía de la ausencia de las obras que cedió a la Tate Gallery para una exposición temporal como quien se duele por un ser amado), y de un tiempo a esta parte se multiplican los proyectos para llevar su vida al cine y a la escena. Los estrenos más inmediatos son los de la película protagonizada por Salma Hayek, anunciada para la primavera, y el de Apasionada, la obra teatral escrita por la actriz Sophie Faucher y dirigida por Robert Lepage, que tendrá lugar el 23 de febrero en Madrid.

Apasionada intenta mos

trar a la pintora mexicana desde una perspectiva interior. Cuando la acción comienza, Frida tiene 43 años y se está preparando para asistir a la primera y única exposición individual de sus obras que México le brindó en vida. Su salud está ya muy quebrantada, y la muerte le hace una visita, que resulta ser un buen pretexto para revisar el pasado.

Sophie Faucher llevaba dándole vueltas al proyecto desde que, hace diez años, un amigo le regaló la biografía de Jean-Marie Le Clézio sobre el pintor Diego Rivera y su esposa, diciéndole: 'Aquí hay un papel para ti'. 'Nuestra idea ha sido hacer una fiesta fúnebre a Frida, mostrar su coraje y su gran vitalidad. Fue una persona aplastada por el destino que, sin embargo, encontró los resortes para vivir con gran intensidad, para ser ella misma', explica la autora. 'Incluso estando a la sombra de un genio supo hallar su sitio en la pintura sin hacer concesiones a las modas'.

Faucher acudió a Lepage después de que otros rechazaran montar su obra. Para su sorpresa, el más célebre y ocupado de los directores canadienses le dio una cita y la invitó a unirse al equipo de Ex Machina. Los ensayos comenzaron a mediados del año pasado en La Caserne Dalhousie, el centro de producción multidisciplinar que Lepage creó hace cinco años en un antiguo cuartel de bomberos, a la orilla del río Saint-Laurent, en Quebec. 'Allí nos entregamos a improvisar, a jugar con los objetos que usamos en escena. Cada día probábamos cosas nuevas, muchas de las cuales al final se han desechado'. El corazón de La Caserne es un escenario cuadrado al que se asoman, como si fueran alcobas en torno a un patio árabe, las ventanas de las oficinas del escenógrafo, de los productores ejecutivos, de la empresa que hace los vídeos, etcétera. Así, durante los ensayos, todo el equipo está presto a ofrecer soluciones técnicas de inmediato.

Apasionada se presentó el pasado 22 de diciembre en el Théâtre de Quat'Sous de Montreal, que según la crítica resultó chico para el despliegue técnico del montaje. Por eso el estreno en Europa, que es el día 23, en el teatro de La Zarzuela, puede ser su verdadera prueba de fuego (está en cartel hasta el 2 de marzo). Las siguientes plazas de la gira son Santa Cruz de Tenerife (del 23 al 25 de abril), Viena (a partir del 9 de mayo) y Lisboa (en julio).

Arte y tecnología

EN TODAS sus creaciones, Lepage busca encontrar el punto justo de equilibrio entre el arte del actor y la aplicación de novísimas tecnologías. A veces lo consigue, como en Elsinor, donde Peter Darling, intérprete excepcional, rozaba la gloria recitando a Shakespeare en medio de dispositivos que lo hacían girar como a un astronauta en fase de entrenamiento y lo colocaban en posiciones inverosímiles. En Apasionada (¡Que viva Frida!), una pantalla transparente, sobre la que se proyectan obras de Frida Kahlo, sus cartas y los inmensos murales de Diego Rivera, separa al público del espacio donde actúan Sophie Faucher (la pintora), Patric Saucier (su esposo) y Lise Roy, quien da vida a una hermana de la protagonista, a León Trotski -que fue su amante- y a La Pelona, que es como los mexicanos llaman, desinhibidamente, a La Parca. La mínima escenografía (una cama omnipresente, un caballete, una bañera) se juega explotando todas las posibilidades imaginables.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Javier Vallejo
Crítico teatral de EL PAÍS. Escribió sobre artes escénicas en Tentaciones y EP3. Antes fue redactor de 'El Independiente' y 'El Público', donde ejerció la crítica teatral. Es licenciado en Psicología, en Interpretación por la RESAD y premio Paco Rabal de Periodismo Cultural. Ha comisariado para La Casa Encendida el ciclo ‘Mujeres a Pie de Guerra’.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_