HB sienta en el banquillo a dos ex directores del Cesid por espiar su sede

Dos ex directores del servicio secreto Cesid, los tenientes generales Emilio Alonso Manglano y Javier Calderón, nombrados por el PSOE y el PP respectivamente, serán juzgados por el espionaje a la sede de Herri Batasuna en Vitoria descubierto el 31 de marzo de 1998. El titular del juzgado de instrucción número 2 de Vitoria ha dictado auto de apertura de juicio oral, equivalente al procesamiento, contra los dos ex directores y otros cuatro agentes en activo del centro por presunto delito de revelación de secretos.

Según dicho auto, adelantado ayer por el diario Gara, Calderón y Manglano se enfrentan a una petición de cuatro años de prisión y multa de 24 meses, a razón de 10.000 pesetas por día, así como 12 años de inhabilitación absoluta. La pena pedida para cada uno de los agentes del Cesid -Mario Cantero, Francisco Buján, Víctor Casterán y Felipe Millán- es de tres años, siete meses y 15 días de cárcel, multa de 24 meses (a 3.000 pesetas diarias) y 12 años de inhabilitación.

Aunque el fiscal sólo acusó a Cantero y Buján, cuya documentación se encontró en el piso que tenía el Cesid sobre la sede de HB, admitió la existencia de un presunto delito de espionaje. Esta postura del fiscal facilitó la tarea al abogado de dicho partido, Íñigo Iruin, cuya acusación se dirige también contra Calderón, Manglano y los otros dos agentes, quienes alquilaron un segundo piso frente al local de HB.

El juez ha decidido finalmente sentar en el banquillo a los seis e imponerles una fianza de 6.000 euros (998.316 pesetas), declarando al Estado responsable civil subsidiario. Por el contrario, se ha sobreseído el caso contra Fernando Izquierdo, hijo del entonces coronel jefe del Cesid en Vitoria, fallecido de un infarto a los dos meses de estallar el caso.

El presidente del Gobierno, José María Aznar, afirmó en abril de 1998 en el Congreso que el Cesid 'cumplía con su obligación' al espiar a HB.