Bienestar Social culpa a los ayuntamientos de la multiplicación de los 'botellones'

La extensión del fenómeno del botellón -el consumo de alcohol en las calles por parte de jóvenes y adolescentes- es consecuencia de la relajación de las funciones de control que deben realizar los ayuntamientos, según manifestó ayer el director general de Drogodependencias de la consejería de Bienestar Social, Bartolomé Pérez. El responsable de la lucha contra la drogodependencia en la Comunidad realizó estas manifestaciones como avance del discurso que pronunciará en el congreso Jóvenes, noche y alcohol, que se celebrará esta semana en Madrid, donde expondrá las líneas de actuación previstas por la Consejería de Bienestar Social que dirige Rafael Blasco contra el botellón.

Pérez presentará los resultados obtenidos en la Comunidad a partir de la aprobación de la Ley sobre Drogodependencias y otros Trastornos Adictivos. Desde que las Cortes valencianas aprobaran la ley sobre drogodependencias y conductas adictivas en el año 1997, se han ido instaurando medidas como la prohibición de beber licores o cerveza en la calle o de venta de alcohol entre las 22 y las 7 horas. Pese a ello, el consumo callejero de alcohol en zonas de las ciudades ha sufrido un crecimiento constante en toda la Comunidad.

En el caso de Valencia, los aledaños del Mestalla, la avenida Jacinto Benavente, las cercanías del Palau de la Música o el barrio del Carmen son algunos de los escenarios donde son más recurrentes los encuentros de jóvenes en torno a botellas de alcohol. Sólo las últimas dos semanas, con un plan de actuación de la Policía Local, se ha reducido la presencia de botellones en la ciudad de Valencia.

'En los últimos dos años se advierte una importante relajación en las funciones de control por parte de los ayuntamientos, que puede ser entendible debido a las nuevas exigencias que, en materia de seguridad ciudadana, han surgido en los últimos tiempos', apuntó Pérez. Con su participación en el congreso, Bienestar Social no sólo pretende exponer medidas de tipo punitivo, sino también aquellas dirigidas a la prevención del consumo entre los menores.

Otros de los aspectos a los que aludirá el responsable de toxicomanías de Bienestar Social es la modificación de la actual ley de drogodependencias, que incrementará la edad legal para el consumo de alcohol y de tabaco hasta los 18 años.