Balza inicia la reforma del servicio de información de la Ertzaintza con un nuevo mando volcado contra ETA

El consejero vasco de Interior, Javier Balza, ha decidido impulsar una reforma en profundidad de los servicios de información antiterroristas de la Ertzaintza para hacer frente a las nuevas formas operativas de ETA. Junto al refuerzo de más de 103 agentes en la unidad de élite de información contra ETA, aprobado a principios de 2001, Balza ha colocado en enero de jefe de esta unidad a un subcomisario volcado en la lucha contra ETA y con 'resultados palpables' en el combate de la violencia callejera desde la comisaría.

El hecho de que los actuales comandos de ETA utilicen también a los jóvenes de la kale borroka, algo que la Consejería de Interior constató en el ataque perpetrado en junio del pasado año por 50 encapuchados en Bergara, ha forzado un cambio interno para optimizar el caudal de información que llega a las comisarías y que, en un determinado momento, puede conducir a la detención de un comando de la organización terrorista.

Corren aires nuevos en el departamento que dirige Balza. Poco a poco las palabras del consejero de Interior -'Vamos a ir a muerte contra ETA'-, pronunciadas justo dos semanas después de que los terroristas asesinaran en Beasain a dos patrulleros, comienzan a tomar cuerpo en decisiones concretas. Junto a la de incrementar la plantilla de la Unidad de Información y Análisis (los agentes encargados de las tareas de información contra ETA), grupo que ha pasado de los 269 efectivos a 372, la Consejería ha diseñado una nueva estructura para gestionar toda la información encaminada a luchar contra ETA. El 4 de junio de 2001, después de que 50 encapuchados sembraran el terror en Bergara, los expertos de Interior constataron que los grupos de violencia callejera no eran ya meros semilleros de los comandos de ETA. Los 'chicos de la gasolina', como los tildó Xabier Arzalluz, habían dejado de ser meros apéndices de la lucha diseñada por ETA. Los expertos consultados en la Ertzaintza creen que ETA ha integrado a los grupos de violencia callejera como un elemento más de su actividad y que la dirección de la banda manda, ordena y selecciona los sabotajes. 'Hemos constatado que los que se dedican a tirar cohetes pirotécnicos, también pueden estar facilitando información sobre posibles objetivos. Ya no existe esa frontera tan clara', señalan fuentes de Interior.

Este análisis, con todo, ha sido refutado por la propia ETA en uno de sus últimos zutabes (boletines internos) publicado recientemente por Gara. En ese boletín, fechado en diciembre de 2001, ETA niega cualquier vinculación con los sabotajes de Bergara y espeta a Balza que 'todavía no ha mostrado ninguna prueba'.

A pesar de ello, los expertos de Interior mantienen su análisis, al igual que las fuerzas de seguridad del Estado. El propio José María Aznar, tras los sucesos de Bergara saludó que el Ejecutivo vasco considerara la violencia callejera como una 'cara más de ETA'

Para hacer frente a estas nuevas fórmulas operativas de ETA, el equipo que dirige Balza ha decidido rediseñar los métodos con los que se trabaja y procesa la información contraterrorista. Así se pretende que haya una 'implicación real' de todas las comisarías para que la información relativa a ETA (tanto de comandos como de kale borroka) 'fluya' en todas las direcciones con el objetivo de rentabilizarla al máximo para lograr detener a los terroristas De hecho hay un proyecto para unificar la Unidad de Información y Análisis (UIA) con la Unidad de Investigación Criminal (UIC), de forma que, en materia al menos de información, no haya diferencia entre investigaciones de violencia callejera con la referida a comandos etarras. En ese caso, a los 372 agentes de UIA habría que sumar los 175 incluidos en la última Relación de Puestos de Trabajo (RPT), aprobada hace un año. 'No hemos decidido aún nada sobre eso, pero es muy probable que al final caminemos hacia esa fórmula de unificar ambas unidades', dijo un alto responsable de Interior.

Y para hacer creíble ante los ertzainas esta nueva actitud de lucha contra ETA, Interior ha situado en la jefatura de esta unidad -englobada en la División de lo Criminal- a un mando 'solvente, con una idea clara de que hay que acabar con ETA y que además ha demostrado ser eficiente en su anterior destino contra la kale borroka', añadió el citado responsable. El nuevo jefe de la esta unidad será recordado en su anterior destino -jefe de una comisaría de un municipio relevante del País Vasco- por uno de sus primeros briefings de presentación en el que aseguró que había que ir a por todas contra los terroristas de ETA, un discurso muy diferenciado de la etapa de Lizarra (98-2000).

La designación de este mando ha sido saludada por el sindicato mayoritario de la Ertzaintza (Erne). Un destacado dirigente de Erne aseguró que con este nombramiento Balza 'apuesta por la profesionalidad constatada a la hora de elegir a los mandos. Lo único que deseamos es que el consejero siga por el mismo camino y aleje de los puestos de responsabilidad a los mandos incompetentes y politizados que aún permanecen'.