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GESTIÓN Y FORMACIÓN

El espíritu deportivo se cuela en las empresas

Trabajar en equipo permite aprovechar al máximo las capacidades individuales y minimizar los defectos de cada trabajador

La idea de formar equipos empresariales de alto rendimiento ha llevado a algunas compañías a apostar por un tipo de formación que vincula deporte y empresa. ¿En qué se parece un equipo de baloncesto a una empresa? En que ambos están formados por personas que persiguen un objetivo. Cuanto más unido esté el equipo, y más amor sienta por los colores, mejor funcionará.

La transferencia de las experiencias del deporte a la empresa está dando buenos resultados en algunas compañías, como Wanadoo
Muchas empresas se han dejado seducir por el principio de que el trabajo en equipo vale más que la suma de sus individualidades

A Andoni Zubizarreta, ex jugador de fútbol y ahora socio director de la consultora Make a Team y director general deportivo del Athletic Club de Bilbao, todavía le duele recordar el gol tonto que le marcó Nigeria en el Mundial de Francia, que contribuyó en gran medida a la eliminación de la selección en la primera ronda del campeonato. Aun así, suele evocar esta experiencia y lo hace delante de un auditorio que, en principio, nada tiene que ver con el deporte. El objetivo es analizar con los directivos que acuden a escucharle el asunto del fracaso y la pérdida de confianza.

'En aquel momento sentí sobre mi espalda a los 40 millones de españoles', afirma. Los que han asistido al curso organizado por esta consultora y, a través de las imágenes del vídeo reviven aquella tarde y estudian cómo extraer conclusiones que luego deberán transferir al ámbito empresarial.

La idea de vincular el deporte y la empresa nació en Estados Unidos y tiene buena aceptación entre las empresas que pretenden convertir al colectivo de trabajadores en un equipo de alto rendimiento. Después de todo, como señala Jorge Valdano, también ex futbolista y ahora presidente de Make a Team, 'a estos dos ámbitos les une lo más importante: los seres humanos'.

La diferencia, según Zubizarreta, es que a los futbolistas 'el consejo de administración les examina cada domingo'. En ese corto periodo de tiempo, el equipo debe conseguir un objetivo y para ello necesita un buen líder, una plantilla bien avenida e identificada con el club, fuertes dosis de motivación y una enorme capacidad para tomar decisiones a gran velocidad, elementos todos ellos comunes a la vida laboral.

El símil del juego y del deporte y la transferencia de esas experiencias al ámbito empresarial está dando buenos resultados en Wanadoo, una empresa joven, integrada por profesionales procedentes de numerosas compañías y, hasta hace poco, con diferentes estilos de hacer las cosas. 'Nuestra idea es que la empresa en su conjunto funcione como un único equipo, con un estilo de gestión perfectamente definido y común a todos', explica su directora de Recursos Humanos, Remedios Orrantia. Tanto el equipo directivo como los mandos intermedios asisten a cursos impartidos por ex deportistas en los que, además de analizar proyecciones de eventos deportivos, deben participar en juegos y pruebas. Eso les ayuda 'a reforzar el sentimiento de pertenencia a un proyecto y mejora la comunicación entre ellos'.

La ventaja que ofrece el juego, según Valdano, es que 'a través de él, se desvela la personalidad profunda del individuo porque, mientras está concentrado en él, baja la guardia'. De esta manera, es fácil identificar al líder, al gregario, al que no se compromete, al reivindicativo... y después estudiar cómo se ha solucionado cada situación. 'Las personas reconocen incluso cuándo y dónde se han equivocado, algo que luego podrán aplicar a su trabajo', añade. La utilización de imágenes, muchas veces conocidas por todos, permite, según Juan Mateo, consejero delegado de la consultora, un recuerdo más fácil, aunque sea en un ámbito completamente diferente. Eso refuerza el difícil proceso de variar comportamientos y desarrollar habilidades directivas, dos factores que influyen de manera decisiva a la hora de consolidar una cultura corporativa. 'La experiencia ha demostrado que las compañías con más éxito son aquellas con una cultura fuerte y en las que la gente se siente muy identificada', señala. Es decir, las que tienen algo así como amor a los colores.

Son muchas las empresas que en los últimos años se han dejado seducir por la idea de Bradley Kirkman, un guru de la Universidad de Carolina del Norte, que afirma 'que el trabajo en equipo vale más que la suma de las individualidades que lo componen'. Algunas incluso lo han comprobado con su experiencia. Es el caso de Caja de Madrid. Según afirma Carlos González, director del Área de Formación, Selección y Desarrollo, 'las oficinas que funcionan como un equipo no sólo obtienen mejores resultados económicos, sino que sus clientes perciben un mejor servicio'. De ahí, que la Caja lleve apostando varios años por fomentar la colaboración entre sus empleados. 'A diferencia de otras entidades financieras, que marcan objetivos individuales a sus trabajadores, nosotros perseguimos resultados por equipo', señala. La formación, basada en el juego, permite, en su opinión, que la gente aprecie la importancia de funcionar como un conjunto. Más tarde, según demuestran los estudios de clima laboral de la entidad, el trabajo en equipo 'es valorado como uno de los factores que más contribuyen al bienestar y a la satisfacción de los trabajadores'.

De izquierda a derecha, Andoni Zubizarreta, Juan Mateo y Jorge Valdano.
De izquierda a derecha, Andoni Zubizarreta, Juan Mateo y Jorge Valdano.

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