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Reportaje:

Golpe de mano del Grupo Dragados

Conmoción en los mercados tras el anuncio de una OPA sobre el gigante holandés HBG

Dragados ha dejado esta semana con el paso cambiado a los mercados y a sus competidores con el anuncio de una OPA amistosa sobre la holandesa HBG. La operación, valorada en 756 millones de euros, duplica su tamaño y sitúa al grupo entre los tres mayores de Europa. El inesperado anuncio, que ha podido desbaratar alguna otra operación sobre la propia Dragados, según sospechan en la compañía, provocó fuertes caídas en su cotización en las 48 horas siguientes y una reacción pública de apoyo -verbal y crematística- del presidente del SCH, Emilio Botín, su principal accionista.

Dragados cree que la fuerte e inmediata caída de su cotización se debió a que su OPA desbarató una operación corporativa sobre ella misma

El segundo grupo constructor y de servicios español se dispone a celebrar su sesenta cumpleaños en otra dimensión. Con la asunción de Hollands Beton Groep (HBG), si sus inversores aceptan la oferta de compra de sus acciones en marzo o abril, el nuevo gigante alcanzará este año unas ventas de 6.685 millones de euros, con un 59% de la facturación procedente de mercados ajenos al español.

La OPA, según anunciaron el martes directivos de Dragados, cuenta con el respaldo de los actuales responsables de HBG y ofrece en efectivo a los propietarios de la compañía -el 100% de su capital está en Bolsa- 21,25 euros por acción, un 57% más que su valor de cotización del día anterior. La fijación de este precio, según explicó el presidente de Dragados, Santiago Foncillas, está en línea con los ofrecidos previamente en otras OPA recientes sobre HBG, presentados por otras compañías y que por distintos motivos (entre ellos la falta de apoyo de los gestores holandeses) no llegaron a fructificar.

La financiación de esta compra, 756 millones de euros, la realizará Dragados mediante un crédito puente, venta de activos no estratégicos y reducción de las inversiones previstas (420,7 millones de euros anuales). HBG cuenta, además, con una tesorería de 200 millones de euros.

La euforia de los directivos de Dragados con esta operación recibió, sin embargo, y de inmediato, nada más anunciarse, un jarro de agua fría de los analistas y mercados españoles (sus acciones cayeron un 16% en dos días, aunque en los días siguientes han recuperado buena parte de lo perdido). Con rara unanimidad y celeridad, distintos analistas rebajaron sus recomendaciones sobre los títulos de Dragados y criticaron abiertamente la operación propuesta ('comprar una compañía con menores márgenes y presente en mercados con menor potencial de crecimiento no es un buen movimiento corporativo', según ING Barins), y el precio de la misma ('excesivamente alto', según Ibersecurities). También expresaron dudas sobre la salud de HBG ('cruzaremos los dedos los próximos meses mientras tiene lugar la auditoría interna', dicen en Merrill Lynch) y sobre las fórmulas propuestas para la financiación de la compra (el mayor ratio de apalancamiento financiero, de deuda sobre recursos propios, 'va a restar capacidad a Dragados para acudir a proyectos de financiación privada de infraestructuras', dice Ibersecurities). Otros analistas destacan la escasa duplicidad que existe entre los negocios de uno y otro grupo, lo que a su juicio reduce las posibilidades de generar grandes ahorros en el proceso de fusión.

La celeridad de los inversores por deshacerse de los títulos de Dragados, tras conocer la noticia, fue aún mayor que la de los analistas en descalificar el proyecto. '¿Qué ha fallado?', se preguntaron con incredulidad ante el varapalo los directivos de Dragados. Es cierto que los analistas se sintieron ninguneados al conocer la OPA por un despacho de la agencia Reuters, a las 8.30 de la mañana, cuando Dragados los había convocado previamente a una reunión, aunque sin desvelar su contenido, a las once de la mañana. Muchos, según Dragados, buscaron información sobre HBG en Internet, y así, entre otros datos, conocieron que una filial alemana del grupo había tenido no hace mucho tiempo dificultades en la provisión de pensiones. Con este bagaje y un indisimulado disgusto transcurrió, casi sin preguntas, la presentación del proyecto de Dragados a los analistas. Algo comprensible, pero insuficiente para explicar lo acaecido horas después.

Otra operación en marcha

Los directivos de Dragados buscaron una luz en el comportamiento de los mercados ese mismo día y el siguiente, al tiempo que preparaban una batería de datos y argumentos para responder a las críticas y dudas de los analistas.

La primera sorpresa la obtuvieron al repasar las operaciones que habían tenido lugar en Bolsa nada más reabrirse la negociación de Dragados, tras el anuncio de la OPA, y que propiciaron una caída muy fuerte y con gran volumen de dinero. Seis agencias y bancos de inversión propiciaron el grueso de las órdenes, aunque no se sabe por cuenta de quién. Unas ventas, además, precedidas en las jornadas previas por continuadas alzas del valor pese a la caída generalizada de las cotizaciones por la crisis argentina. 'Estamos convencidos de que alguien estaba preparando una operación sobre Dragados o especulando con ella y que el anuncio de nuestra OPA ha desbaratado sus planes', señalan. En cualquier caso, agregan, nuestros accionistas deben saber 'que la operación que nos hemos planteado es de muchísimo mayor calado estratégico y que la suma de dos empresas españolas, que de inmediato puede parecer atractiva, encierra un riesgo mucho mayor a medio plazo ligado al ciclo de la construcción únicamente en España'.

Rechazan también de plano la crítica al coste de la compra de HBG. A los analistas y a la prensa holandesa y británica les ha parecido justo lo contrario, señalan. 'Si se considera el valor objetivo del área de dragado y el efecto de la tesorería con que cuenta HBG', indican, 'estamos comprando a un precio bajísimo, menos de una vez y media sus beneficios, cinco empresas que ganan dinero en EE UU, Reino Unido, Holanda, Irlanda y Bélgica, y una en Alemania que presenta ya en 2002 un resultado equilibrado'. Si se descuenta de los 21,25 euros ofrecidos por cada acción, la parte correspondiente a los 200.000 millones de tesorería de HBG, y los 12 euros en los que se ha valorado el negocio de draga en las distintas ofertas de compra que ha recibido el grupo holandes, 'resulta que estamos pagando 3,4 euros por la construcción y el resto de sus actividades', agregan.

En Dragados desmienten que los directivos de HBG, que rápidamente se revalorizó en la Bolsa holandesa hasta cotas próximas a la prima (57%) de la OPA, cuenten con un plan de opciones sobre acciones. Las reglas contables del grupo holandés, agregan, son 'mucho más estrictas y transparentes' de las vigentes en España, y el tema de las pensiones de la filial holandesa 'se estudió y valoró a fondo' y está en el precio ofrecido.

El pez chico se come al grande

Del tamaño del bocado que pretende dar Dragados pueden dar idea las respectivas cifras de ventas en Europa. Dragados facturó 2.871 millones de euros en 2001 y HBG 4.863 millones. La adquisición supone además la incorporación de mercados consolidados europeos -Holanda, Alemania, Reino Unido, Belgica e Irlanda- a la presencia exterior de Dragados, relativamente modesta (el 80% de su facturación procede del mercado doméstico) y muy dependiente de Latinoamérica (10% de sus ventas). También supone un puente privilegiado para su desembarco en EE UU. La globalización de Dragados con HBG, según han explicado sus directivos, no es sólo geográfica. La holandesa supone un salto cualitativo en la política de diversificación de actividades. La principal aportación es su negocio de drago: un mercado que mueve cada año en el mundo 5.000 millones de euros, con fuertes tasas de crecimiento, que se reparten cinco grandes compañías. El presidente de Dragados da por alcanzados los objetivos de diversificación que se propuso hace cinco años su grupo. El lucrativo mercado doméstico, dicen en la compañía, tiene un fin anunciado, 2005, cuando se dejen de percibir fondos europeos para infraestructuras. 'Estas ayudas irán a los países del este, y HBG nos coloca en una buena posición para participar en estos mercados', agregan. La situación cambia para todos, y las demás constructoras españolas más pronto que tarde se van a ver inmersas también en operaciones de fusiones y adquisiciones, señalan los analistas.

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