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El IVAM reúne los dibujos con los que Saul Steinberg ironizó sobre la vida contemporánea

Adami destaca la complejidad y el humor de los trabajos alegóricos del artista

Ferran Bono

Saul Steinberg (Ramnicul Sarat, Rumania 1914-Manhattan 1999) empezó a diseñar cómics siendo estudiante de arquitectura. Huyó del fascismo italiano a EE UU en 1941 y al poco comenzó a realizar tiras cómicas en prestigiosas publicaciones como The New Yorker, y dibujos antifascistas. Con una gran ironía y maestría en el trazo, Steinberg dedicó su vida a retratar su tiempo a través de miles de dibujos, convirtiéndose en uno de los dibujantes más influyentes. Ayer, el IVAM inauguró una exposición con 90 dibujos de este también escritor y pintor.

Sus bromas visuales y su talento gráfico han marcado buena parte de la historia del dibujo del siglo XX. La exposición, la primera que se dedica en España a este polifacético artista, recorre las principales inquietudes del artista que hacía de los juegos de palabras y de la libre asociación de sonidos fuente de inspiración en sus dibujos. De hecho, ha sido referido como un escritor de imágenes, un arquitecto de palabras y sonidos o como un artesano de reflexiones filosóficas. Su identidad múltiple y las lenguas que tuvo que ir adoptando a lo largo de su vida agudizaron sus observaciones sobre el papel.

Steinberg se sentía cercano a autores como Joseph Conrad o Vladimir Nabokov, que también tuvieron que abandonar su lengua nativa para expresarse. Lo recuerda en el catálogo de la exposición su amiga, la historiadora y comisaria de la misma Dore Ashton, que ayer no pudo asistir a la presentación de la muestra que concluye el 19 de marzo.

Sí lo hizo el artista Valerio Adami, presidente de la Fondazione Europea del Disegno, que coproduce la exposición junto al IVAM. Adami subrayó que el creador fue el dibujante que mejor contribuyó a dejar testimonio de la realidad de su tiempo, además de destacar la ironía de su obra, su complejidad y la riqueza de lecturas a causa de los elementos alegóricos y metafóricos que introducía.

El director del IVAM, Kosme de Barañano, calificó a Steinberg como un 'gran dibujante' con un estilo propio, de cuya obra resaltó 'la economía de medios propia del dibujo, una gran sencillez en la línea y el predominio de la tinta negra frente al color, del que no prescinde'.

Sus bromas visuales se convirtieron en elementos de identificación por los que era reconocido en ss trabajos en publicaciones como Life, Harper's Magazine, Harper's Bazaar o House and Garden. Publicó también numerosos libros con sus dibujos, como The Passport, una divertida e inteligente crítica de los documentos burocráticos y de las ilegalidades que de estos se derivan, así como de los problemas de identidad que sufren los inmigrantes en Estados Unidos y, en concreto, el colectivo artístico procedente de países del Este europeo, definidos como 'cosmopolitas sin raíces'.

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Steinberg desarrolló un metalenguaje del objeto propio del expresionismo abstracto a través de sus pinturas, que escondían una iconografía centrada en la forma y la estructura del gesto.

La exposición, que reúne trabajos que apenas han sido vistos debido a que pertenecen a su colección privada, está dividida en bloques, que comprenden temas como las máscaras, las mujeres, las ciudades, la crítica del arte, la filosofía o las costumbres.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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