El PSE y el Gobierno dan carpetazo a sus diferencias sobre las víctimas del terrorismo

El PSE y el Gobierno vasco solemnizaron ayer el cierre de hostilidades mutuas en lo que respecta a la situación de las víctimas del terrorismo y convinieron en la decisión de dejar atrás disputas pasadas con ellas como motivo. El PP guardó silencio ante la intención de ambos, públicamente expuesta en la Comisión de Derechos Humanos, de hacer 'borrón y cuenta nueva' en sus relaciones en este campo. Propició el reencuentro la primera comparecencia parlamentaria de la titular de la dirección de Atención a las Víctimas del Terrorismo, Maixabel Lasa, pedida por el PP. Este último grupo mantuvo una actitud más distante.

Fue el portavoz del PSE, Víctor García, quien lanzó un guante que recogió de inmediato el consejero de Interior, Javier Balza. 'Me apunto al borrón y cuenta nueva', señaló García, tras dar una bienvenida muy cálida a la 'compañera de un amigo y colega' en la militancia política, en referencia al asesinado Juan María Jáuregui, socialista y ex gobernador civil de Guipúzcoa, y después de dar por buena la nueva actitud e iniciativas del Ejecutivo con un 'más vale tarde que nunca'. García ni siquiera quiso plantear preguntas, críticas a actuaciones pasadas o sugerencias, y se limitó a pedir que la prevista revisión del plan de ayudas sea consensuada.

Balza se apresuró a mostrarse de acuerdo en la conveniencia de pasar la página de las disputas pasadas con las víctimas como centro. Todos los grupos presentes (Batasuna no asistió a la reunión) mostraron a la titular de la nueva dirección su reconocimiento, respeto y confianza en su idoneidad para la tarea. El portavoz del PNV, Emilio Olabarria, hizo alusión a la condición de Lasa como víctima directa de ETA para señalar que nadie como una de ellas para comprender 'los registros más íntimos del dolor'.

Con la creación de esta nueva dirección y el nombramiento de una persona con el perfil de Maixabel Lasa, viuda de un destacado socialista asesinado por ETA y con una sensibilidad de izquierdas ella misma, el lehendakari, Juan José Ibarretxe, responsable directo de la designación, ha querido cerrar una brecha entre Gobierno y oposición. La división dio pie a crudos enfrentamientos en la pasada legislatura, incluido el boicot de populares y socialistas a la Comisión de Víctimas en el Parlamento, en la que sólo participaron los nacionalistas, y el intercambio constante de acusaciones de desapego e insensibilidad o de instrumentalización de las víctimas. El fin de estos enfrentamientos se suma al nuevo clima que preside las relaciones entre el PSE y el Departamento de Intrerior, ya puesto de manifiesto en la primera comparecencia parlamentaria de Balza tras la constitución del nuevo Ejecutivo. En ella, el portavoz socialista le hizo entrega de un decálogo con sus planteamientos para alcanzar un pacto para la seguridad, que preveían culminar en junio.

El portavoz del PP, Carlos Urquijo, fue el único en plantear cuestiones concretas a Maixabel Lasa, al interrogarla, entre otros asuntos, sobre sus intenciones acerca de los homenajes públicos a presos de ETA y sobre si los reclusos o sus familiares serán objeto de su atención. Urquijo también le inquirió si se personará como acusación particular en los sumarios por casos de terrorismo. Lasa, quien se comprometió a actuar con independencia política y ajena a presiones o 'injerencias' partidistas, respondió que facilitará esa tarea a las víctimas o sus familias. Fuentes de Interior señalaron que la personación de la propia dirección es imposible, ya que ninguna Administración puede ejercer una acusación particular.

Lasa descartó que su dirección vaya a atender a presos de ETA o sus familiares, al recalcar que sólo serán objeto de su trabajo las víctimas del terrorismo, los amenazados o los extorsionados. Detalló que ya se ha reunido con colectivos de víctimas, con quienes confronta datos y listados de afectados, y con una veintena de víctimas individuales. Lasa tiene intención de entrevistarse con partidos, sindicatos e Iglesia.