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La batalla del 'botellón'

Los Ayuntamientos de Madrid y Sevilla exigen una ley que prohíba el consumo de bebidas alcohólicas en plena calle

La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) del pasado mes de enero que obliga al Ayuntamiento de Sevilla a prohibir el consumo de alcohol en la calle ha supuesto una victoria parcial de las asociaciones de vecinos de toda España en su guerra declarada desde hace años contra el fenómeno del botellón (reuniones nocturnas de jóvenes en plena calle para beber alcohol comprado en negocios de alimentación), una práctica que realizan cada fin de semana más de medio millón de jóvenes en toda España.

Los ayuntamientos de las ciudades en cuyas calles se celebran cada noche de fin de semana estas reuniones intentan combatir esta práctica con ordenanzas que limitan el nivel de ruido, así como con campañas que ofrecen actividades alternativas al alcohol, pero en la mayoría de los casos resultan ineficaces. Desde algunos consistorios se exige al Estado o a sus respectivas administraciones autonómicas leyes que prohíban el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública, pero por el momento sólo dos comunidades autónomas cuentan con normas legales de este tipo: Cataluña y la Comunidad Valenciana.

Al menos 586.000 jóvenes utilizan calles y plazas cada fin de semana para sus fiestas
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El Polémico "Botellón"

Los datos de Madrid, Sevilla y Málaga revelan que son al menos 586.000 los jóvenes españoles que utilizan las calles y plazas en las noches de fin de semana para organizar sus fiestas. Sólo en dos de las siete ciudades más populosas (Barcelona y Bilbao), el botellón no es una práctica de masas. En las demás, el panorama está como sigue:

MADRID 300.000 jóvenes por noche

Unos 300.000 jóvenes madrileños toman cada noche de fin de semana las plazas y parques cercanos a las zonas de copas de los distritos de Centro, Moncloa y Chamartín para realizar sus fiestas mientras que otros 200.000 las celebran en otros municipios de la región, según fuentes de la Comunidad de Madrid.

El Ayuntamiento, junto con la delegación del Gobierno, ha puesto en marcha este fin de semana un dispositivo especial para impedir que los jóvenes accedan a varias plazas del distrito de Centro. Las noches del viernes y el sábado, agentes de la Policía Municipal controlaron los accesos a las plazas de Dos de Mayo, San Ildefonso y Santa Bárbara, impidiendo la entrada a todo aquel que llevara bebidas alcohólicas desde las 19.00. El alcalde, José María Álvarez del Manzano, del PP, considera que es difícil luchar contra este fenómeno y se muestra favorable a que se prohíba el consumo de alcohol en la calle, pero cree que es el Gobierno central quien lo debe hacer mediante la aprobación de una ley estatal. El municipio se gasta al año 1.200.000 euros para recoger las cerca de 20 toneladas de desperdicios que dejan los jóvenes en las noches de marcha, según el concejal de Limpieza, Alberto López Viejo.

El defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Pedro Núñez Morgades, puso en marcha en diciembre pasado la Mesa sobre el Alcohol y la Juventud, que reúne a los sectores afectados para buscar soluciones a este problema. Con sus conclusiones, presentadas el pasado 22 de enero, el Gobierno regional se propone elaborar un proyecto de ley que prohibirá el consumo de alcohol en la calle, así como su venta en tiendas de alimentación entre las 22.00 y las 8.00. Los que incumplan la futura ley tendrán que realizar tareas sociales, 'como colaborar con los servicios municipales de limpieza', según explicó el presidente de la comunidad, Alberto Ruiz-Gallardón, quien aseguró el pasado 21 de enero que hará todo lo posible para que el Estado también legisle contra el botellón. En Madrid, vender alcohol a menores está prohibido desde 2000, pero los negocios de alimentación que suministran las bebidas no suelen pedir el DNI a los jóvenes.

VALENCIA Una ley ineficaz

En Valencia sí existe una ley que prohíbe el consumo de alcohol en la vía pública -la ley de Drogodependencias de 1997-, pero ésta no impide que cada fin de semana miles de jóvenes se lancen a los aledaños del estadio de Mestalla, el paseo de la Alameda, la avenida de Jacinto Benavente y el barrio del Carmen, pertrechados de botellas, hielos y vasos para gastar menos dinero en sus noches de ocio. La prohibición de beber en la calle se complementa con la de vender alcohol a menores -establecida por la ley valenciana del Menor- y la de rebasar ciertos niveles de ruido, pero ambas se incumplen sistemáticamente. El Ayuntamiento ha anunciado que tomará medidas contra estas reuniones, pero por ahora sólo ha reforzado su servicio de limpieza para retirar la basura, los vómitos y los orines que los jóvenes dejan cada noche.

SEVILLA La sentencia del TSJA

Las últimas encuestas realizadas por el Ayuntamiento de Sevilla estiman que cada noche de viernes y sábado 50.000 jóvenes de entre 15 y 29 años se reúnen en parques y plazas para beber del botellón. La reciente sentencia del TSJA que insta al Ayuntamiento a combatir esta práctica da la razón a los vecinos, pero el Gobierno municipal (PSOE-PA) considera que se ha adelantado al fallo judicial con la llamada Mesa para la Convivencia en la Noche, un órgano creado el año pasado que reúne a técnicos de las administraciones y a entidades juveniles y vecinales para coordinar todos los servicios municipales en favor de una movida más sana y menos molesta. Desde que se conoció la sentencia, el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, ha exigido que la Junta de Andalucía legisle para impedir el consumo de alcohol en la calle, una de las actuaciones que imponía el fallo y que, según el alcalde, no está en su mano. De momento, su equipo de gobierno propondrá una normativa propia al respecto y buscará el respaldo de otros ayuntamientos para instar a la Junta a hacer algo parecido.

MÁLAGA Pactar con las empresas

Unos 36.000 malagueños de 18 a 28 años acuden cada noche de viernes y sábado a las céntricas plazas de San Francisco, del Teatro y de la Merced y a zonas aledañas a éstas. El Ayuntamiento está debatiendo al respecto con vecinos y empresarios para elaborar ordenanzas con las que se regule el consumo en la vía pública y se sancionen los destrozos en mobiliario y portales y el uso del vidrio en la calle. El consistorio intentará derivar masivamente a los jóvenes a los bares a partir de la 1.00, una hora antes de lo que normalmente lo hacen. A cambio, espera que los propietarios de los establecimientos bajen los precios de las copas, razón principal por la que los jóvenes justifican sus botellones.

El 80% del alcohol que se consume se adquiere en pequeños establecimientos con licencias municipales de alimentación. La libertad de horarios recogida en la ley andaluza de Comercio posibilita la concentración de las 72 horas de apertura permitidas durante los fines de semana. El Ayuntamiento clama contra la permisividad de la ley, mientras que los hosteleros piden al consistorio que aplique la finalidad del permiso (alimentación) e impida la venta masiva de alcohol que provoca la competencia desleal a los bares.

ZARAGOZA El 'botellón' más violento

En Zaragoza, los jóvenes eligen principalmente dos zonas para llevar a cabo sus fiestas callejeras: la de los aledaños del río Huerva -entre Moncasi y Juan Pablo Bonet- y el casco histórico. La primera cuenta con un sangriento historial: desde 1986 se han producido seis muertes violentas de jóvenes, la última en mayo de 2001, además de numerosas agresiones y peleas.

El Ayuntamiento, gobernado por el PP, asegura que desde mayo, cuando entrará en vigor la nueva ordenanza contra el ruido, se enviarán a esas zonas hasta 40 agentes de la Policía Local. Pero esta norma sólo sancionará a los dueños de los locales sin impedir el consumo en la calle por los que compran la bebida en tiendas de alimentación. Como en otras ciudades, el municipio refuerza el servicio de limpieza para sanear esas zonas. La legislación autonómica aragonesa prohíbe la venta de alcohol a menores de 18 años.

Esta información ha sido elaborada por Manuel Altozano, Jaime Prats, Reyes Rincón, Antonio Chaves y Concha Monserrat.

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