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Entrevista:ALFONSO ZURRO | Dramaturgo y director de escena

'El nivel ha bajado mucho en los últimos 10 años'

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Margot Molina

Alfonso Zurro nació para el teatro. Siempre lo tuvo claro, pero su padre quiso guardarle las espaldas y antes de dejar que se zambullese en la irrealidad de la escena lo matriculó en Arquitectura Técnica en 1972. Desde entonces este salmantino de 48 años vive y trabaja en Sevilla. Hace tres décadas, justo cuando puso el pie en la capital andaluza, se acercó a una compañía de teatro universitaria: La Jácara. Le dejaron entrar de oyente pero sorprendió a todos con su capacidad para resolver situaciones dramáticas y tan sólo un año después ya estaba dirigiendo El relevo, una obra del poeta Gabriel Celaya. Tras dirigir 34 obras, entre ellas dos óperas, y de escribir una docena de ellas, a Zurro se lo rifan en toda España. El Centro Dramatico Nacional le encargó el año pasado Don Juan Tenorio, de José Zorrilla, la obra que puede verse en el teatro Lope de Vega de Sevilla hasta el 10 de febrero.

'Hay que tener menos de 30 años para triunfar, si no tienes que ir a un asilo'

Pregunta. ¿Estar al frente de una producción del Centro Dramático Nacional (CDN) era una de sus metas?

Respuesta. En este trabajo, como en cualquier otro de tipo artístico, no hay metas. Hay que enfrentarse a cualquier producción, tanto si es del CDN como de un grupo aficionado, con dignidad y con la máxima calidad posible.

P. Sin embargo, muy pocos directores andaluces -José Luis Gómez y José Luis Castro- han llegado a donde usted se encuentra actualmente.

R. Si, es cierto. Para mí es importante porque se producen pocas obras y el hecho de que me hicieran el encargo supone que tienen confianza en mí y que antes habían seguido mi trabajo.

P. El Centro Andaluz de Teatro (CAT) le encargó la dirección de Pasodoble (1993), de Miguel Romero Esteo, y de Los Borrachos (1996), de Antonio Álamo. Después le ofrecieron la dirección del propio CAT. ¿Por qué la rechazó?

R. El puesto no encajaba en ese momento dentro mi propio proceso de trabajo. A eso se sumó la situación en la que se encontraba el CAT, con la politización de una parte de los profesionales que formaban parte del centro. Fue una valoración global.

P. Después de su negativa, ¿ha recibido alguna otra propuesta del CAT?

R. No, no se han vuelto a interesar por mis servicios, ni siquiera como autor. El CAT está apostando por dramaturgos jóvenes a través del premio de teatro Romero Esteo, algo que me parece muy bien; pero creo que se han olvidado de la gente que escribía antes en Andalucía. Hay que tener menos de 30 años para triunfar, si no tienes que ir a un asilo o hacer un Tenorio (bromea el director).

P. En la última década la comedia ha tomado la escena andaluza, ¿se ha adueñado el humor de todas las producciones?

R. En los últimos 10 años el nivel ha bajado mucho en Andalucía. No me refiero sólo a la calidad, que es relativa y difícil de medir, sino en el formato de las producciones: uno o dos actores, sin apenas escenografía. Se apuesta por el humor fácil porque vende bien y los teatros se llenan. El teatro andaluz de los últimos años está muy cerca de Los Morancos. Nuestras referencias teatrales no han abierto nuevos caminos. Nos hemos quedado entre Los Morancos y el carnaval de Cádiz; cubiertos por una capa de sal gorda muy quinteriana.

P. ¿Hay culpables?

R. El público está más habituado al código del lenguaje que utiliza el cine, más evidente y fácil de entender. Así que cuando va al teatro no quiere hacer esfuerzos, algo que recogen las compañías y ponen en escena obras próximas al chiste rápido y sucesivo que se emplea en la televisión.

P. Usted dio el salto a la escena nacional en 1996 con la dirección de Un marido ideal, de Oscar Wilde. ¿Sentía necesidad de salir de Andalucía?

R. Por un lado, forma parte de la evolución natural de mi carrera. Por otro, es el resultado de sentirse poco apoyado como compañía andaluza y como autor. El famoso circuito andaluz de teatro no termina de cuajar. Aquí se tiene la sensación de que está todo por hacer. Pasan los años y todo sigue igual.

P. ¿Qué le aguarda después de Don Juan Tenorio?

R. Voy a dirigir zarzuela por primera vez, el Teatro de la Zarzuela de Madrid me ha encargo dos títulos para abril.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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