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Crítica:MOTOS | PRUEBA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Gigante del asfalto

Una moto grande, al estilo americano, para hacer viajes largos con comodidad

LA HONDA VTX se fabrica en Estados Unidos, tiene 1800cc y unas dimensiones generosas que la convierten en referencia entre las grandes bicilíndricas de crucero. Cuesta 18.325 euros y es una cruiser, que significa algo así como crucero y define muy bien su personalidad, muy al gusto americano: grande, cómoda, lujosa y también muy pesada. Está pensada para afrontar trayectos largos, tranquilos y muy rectos disfrutando la sensación de viajar en moto, en su estado más puro.

La VTX 1800 ofrece una estética imponente y musculosa, con su enorme motor como protagonista. Destacan los cromados, que cubren incluso su original faro, y todo lo que no es color plata va en negro o rojo. El cuadro de instrumentos, situado sobre el depósito, es muy escueto: un solo reloj (velocímetro) rodeado de testigos.

- MECÁNICA A LO GRANDE

La mecánica de la nueva Honda es muy grande. El motor de 1.795cc, un bicilíndrico en V a 52º con tres válvulas por cilindro, incluye inyección electrónica y rinde 96,5 CV a tan sólo 5.000 vueltas. Pero sobre todo tiene unas medidas colosales: cada cilindro cubica 897cc, el enorme cigüeñal pesa 15,5 kilos y los colectores de escape terminan en un silencioso que parece el cañón de un tanque.

El chasis, de acero, refleja las proporciones del motor: es grande y robustísimo. Y contribuye a que el peso de la VTX 1800 C en orden de marcha llegue hasta 350 kilos, lo que exige mucha atención al aparcar porque las maniobras en parado no son fáciles.

- UN SILLÓN CON RUEDAS

A pesar de sus 2,5 metros de largo, la VTX se maneja sin problemas una vez en marcha: el asiento y el centro de gravedad están cerca del suelo. Se mueve bien en zonas de rectas largas y autopistas: mantiene los ritmos que el piloto pueda aguantar, porque va poco protegido. Pero sus dimensiones hacen que vaya mal en curvas, cambios de dirección y atascos.

Lo mejor es el motor, que empuja con poderío desde 1.000 vueltas y transmite su fuerza al instante con la transmisión por cardan: patina en primera si se acelera con decisión. El conjunto incluye también unos frenos que paran bien el peso y unas suspensiones eficaces: horquilla delantera eficaz y amortiguadores traseros duros y con recorridos cortos.

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