Savall define su versión de 'Orfeo' como la vía para apaciguar la violencia con música

La historia de la ópera Orfeo, de Monteverdi, con el Liceo de Barcelona, donde se estrenó en mayo de 1993 con una producción escénica de Gilbert Defló y musical de Jordi Savall, está íntimamente relacionada con el incendio que destruyó el teatro. El espectacular montaje, que obligó a quitar el telón cortafuegos y cuyos últimos trabajos para dejar el escenario de nuevo estanco ocasionaron el siniestro el 31 de enero de 1994, regresa el sábado al Liceo con modificaciones y con los decorados ignífugos. Jordi Savall asume de nuevo la dirección musical de Orfeo, cuya versión del montaje define como 'la vía que tiene el hombre para hallar en la música la paz para apaciguar la violencia'.

'A la vista del público, el montaje es prácticamente idéntico, aunque la coreografía del ballet es nueva y en el último acto hay un efecto que la nula tecnología del antiguo Liceo no permitía. Pero lo cierto es que ha habido que hacer modificaciones para que el telón cortafuegos pueda subir y bajar al finalizar las funciones o, si hace falta, en cualquier momento. En el teatro, las normas de seguridad son ahora muy estrictas y se cumplen a rajatabla', explicó ayer Joan Matabosch, director artístico del Liceo.

Savall asegura que aborda ahora Orfeo con la libertad que da la experiencia. 'Tras presentarla en el Liceo en 1993 la he dirigido en bastantes ocasiones , y pese a que los cambios no son sustanciales, la madurez me ha proporcionado libertad, ya no necesito demostrar nada, y esto permite que la versión gane en elocuencia'.

El director catalán ha optado por utilizar un barítono (Furio Zanasi) para el papel de Orfeo en lugar de un tenor como es habitual. 'Intento que cada cantante tenga el carácter que corresponde al personaje y Zanasi es un barítono que posee una tesitura grave, pero su voz también tiene agudos y se adapta perfectamente a las exigencias de la partitura', afirma. El reparto incluye a las mezzosopranos Sara Mingardo y Cécile van de Sant y a las sopranos Montserrat Figueras, esposa de Savall, y Arianna Savall, su hija. 'Ha cantando el papel de Euridice en varias ocasiones en versiones de concierto de la ópera', dice Savall refiriéndose a su hija. 'Además, su voz se adecua a la partitura y su edad es adecuada para el personaje'.

Savall se preguntó ayer en la presentación del montaje por qué la música no sirve para pacificar el mundo. 'Si actualmente escuchamos más música que nunca, ¿dónde están los Orfeos que apacigüen la fiereza de los hombres? Actualmente se hacen muchos montajes operísticos en los que la puesta en escena incluyen escenas de violencia, cuando lo que deberíamos hacer es encaminarnos hacia la armonía'.

El director de escena flamenco Gilbert Defló definió la ópera de Monteverdi como un 'acto de fe que nos ayuda a vivir mejor, una ópera muy litúrgica, orgánica y sensual', y aseguró que con su montaje quiere introducir a la audiencia en 'la vivencia íntima del drama situando la acción en primer plano'. Defló, que asegura que pese a haber dirigido muchas óperas nunca ha hallado en otras la armonía que tiene Orfeo, sitúa a los cantantes en la parte frontal del escenario para acercar la obra al público ya que no fue pensada para ser interpretada en un teatro tan grande como el Liceo.

La ópera, que Savall tiene previsto dirigir este año también en Salamanca, dentro de los actos de la capital cultural europea, Viena y Turín, será filmada durante las representaciones que se ofrecerán hasta el 16 de febrero en el Liceo por cámaras de alta definición para editar un DVD producido por el propio teatro en colaboración con el sello Opus Arte y la BBC. La cadena pública de televisión británica ha previsto emitir dentro de un mes la grabación por su cuarto canal, al igual que la cadena japonesa NHK, que ha comprado los derechos de emisión, mientras otras televisiones negocian adquirirlos. El Liceo ha firmado un acuerdo con Opus Arte para filmar y editar en DVD otras óperas producidas por el coliseo lírico barcelonés.