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Reportaje:

Ejecutada por su propio padre

Conmoción en Suecia ante la muerte de una joven de origen kurdo

'Un día encontré a Patrik, un muchacho sueco, y nos enamoramos. Era importante que mi familia no lo supiera. Tenía miedo de lo que pudiera ocurrir si se enteraban. Después de un año de esta relación flexibilizamos nuestras precauciones y sucedió lo que no debió haber sucedido'. Estas palabras las pronunció Fadime Sahindal en el Parlamento de Suecia el día 20 del pasado mes de noviembre. Dos meses después, el 21 de enero, esta muchacha de origen kurdo era asesinada por su padre en presencia de su madre y sus hermanas 'para proteger el honor de la familia'.

La comparecencia de Fadime ante los parlamentarios era una nueva acción de esta mujer de 26 años para defender la falta de libertad de las jóvenes integrantes de la comunidad kurda asentada en Suecia. En su declaración aludía a la reacción de su padre al descubrir la relación que mantenía con un joven sueco, Patrik Lindisjö, que resultó muerto en 1998 en un extraño accidente.

Fadime fue perseguida y atacada tras entablar relaciones con un joven sueco

'Mi padre dedujo que yo tenía una relación sexual con Patrik. Para mi familia era importante conservar la virginidad y poder dar testimonio de ello en las sábanas la noche de la boda. El sentido de mi vida era casarme con un hombre kurdo. Súbitamente, a los ojos de mi familia, me transformé de una buena chica kurda en una mujer de mala vida. Me decidí por la ruptura con mi familia. Me mudé de mi casa y de ciudad, pero mi hermano me persiguió y me amenazó'. De esta forma describió Fadime cómo se vio obligada a dejar Upsala tras las amenazas de su padre y su hermano. Las agresiones del hermano se sucedieron ante el convencimiento de que no tendrían un castigo muy severo, dado que era menor de edad.

La situación se volvió cada vez peor y la joven denunció el acoso ante la policía, que no tomó demasiado en serio sus denuncias hasta que optó por contar su caso ante las cámaras de televisión. La sociedad se conmovió y se sucedieron las protestas por la pasividad policial ante esta persecución y los problemas que sufrían las muchachas de la comunidad kurda refugiada en Suecia. Su padre y su hermano fueron juzgados y condenados a penas leves. Eran los primeros meses de 1998. El 3 de junio de aquel año, cuando Fadime y su amigo sueco se disponían a ir a vivir juntos, Patrick fue encontrado muerto en su coche, que había chocado contra un pilar de cemento. Un suceso que ahora la policía ha decidido investigar de nuevo.

Fadime pasó a convertirse en un símbolo en la lucha por la emancipación de las mujeres perseguidas y obligadas a seguir las tradiciones de las comunidades de inmigrantes llegadas en las últimas décadas a territorio sueco.

Fadime tenía 7 años cuando vino a Suecia junto con su familia, procedente de una pequeña aldea en el Kurdistán turco. Sus padres la previnieron de que no debía jugar con niños suecos. La escuela y el hogar serían sus únicos ámbitos de convivencia. La primera, para aprender a leer y escribir, que, entendía la familia, era lo único que una niña necesitaba, descartando de plano cualquier educación superior. El destino asignado a su vida culminaba con el retorno a Turquía para casarse con un hombre elegido por la familia.

Cuando llegó ese tiempo, Fadime se rebeló. Denunció cómo sus padres y otros muchos kurdos vivían en un círculo cerrado, sin integrarse en su entorno y su única información la recibían a través de las emisiones por satélite de la televisión turca. No se arrepintió de haber dejado a los suyos, pero, según contó ella misma, nunca pudo superar la tristeza de haberse visto obligada a ello. De hecho, el apego a su familia le costó la vida. El pasado día 21 decidió ir a Upsala para despedir a su madre y a sus hermanas, que iban a emprender un viaje a África. Cuando estaban todas juntas, el padre irrumpió en la casa y le disparó tres tiros en la cabeza.

La noticia de su muerte ha conmocionado a la sociedad sueca, que ha reconocido su incapacidad para compaginar el reconocimiento de las peculiaridades culturales de ciertas comunidades de inmigrantes con el respeto a los valores de igualdad y a los derechos individuales. El Gobierno sueco se ha aprestado a prometer una ayuda de 200.000 euros para ayudar a las jóvenes que se encuentren en una situación similar a la de Fadime. También ha anunciado su intención de elevar hasta 18 años la edad legal para contraer matrimonio las personas extranjeras, en la actualidad establecida en los 15 años. Fadime había dicho que en caso de que le ocurriera algo grave no quería un funeral según su religión de origen, y se da como más probable que su tumba final estará al lado de Patrick, en Upsala.

Fadime Sahindal, en una imagen de 1998.
Fadime Sahindal, en una imagen de 1998.ASSOCIATED PRESS

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