Un fenómeno misterioso con dos posibles precedentes
Los expertos, incluidos los de la propia empresa Fertiberia, están desconcertados sobre el origen de la nube de Cartagena. No parece tratarse de un fenómeno de combustión, ni rápido (como sucedería en una explosión o un incendio) ni lento (como se había sospechado estos días). La combustión consiste en una reacción más o menos rápida con el oxígeno atmosférico, y el análisis de la nube no refleja ningún indicio de ese tipo de reacción química. Los técnicos hablan provisionalmente de 'descomposición autosostenida', 'fermentación' o 'maduración', pero no saben ofrecer una definición satisfactoria de esos términos. Hay dos posibles precedentes en Dinamarca y en Nantes, ninguno bien aclarado.
La nube es contaminante, pero no tóxica. Las sustancias más temidas por los expertos (ácido clorhídrico y óxidos del nitrógeno) están presentes en trazas o concentraciones inferiores a una parte por millón. Sí se han detectado cantidades mayores de cloruro amónico. Este compuesto es 'irritante, pero no cáustico', según el jefe de Información del Instituto Nacional de Toxicología, José Cabrera, que añade: 'Debe evitarse su contacto sobre todo con niños, ancianos y personas asmáticas o con otro tipo de problemas que afecten a las vías respiratorias'.
