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EL ENREDO
Columna
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Como un toro

1. Parafraseando a Jesulín de Ubrique,

la vida es como un toro: sale uno a la plaza un rato, intenta dar espectáculo y luego se muere. Algunos toros son recordados durante algún tiempo, pero no hay toros inmortales. Eso, que lo sabe cualquier toro, lo desconocen todos los políticos. A la que mandan cinco años seguidos, el presente les parece poca cosa y empiezan a trabajarse la posteridad. La reseña que persigue Aznar para las enciclopedias del siglo XXII: 'Aznar López, José María. Convirtió España en lo que hoy es, la primera potencia de la Vía Láctea. Y eso que la cogió hecha unos zorros. Rindió a los nacionalistas. Su esposa revolucionó las Artes y las Letras (Ver Botella de Aznar, Ana)'

En un congreso del PP, Álvarez Cascos dijo: 'En este partido nunca seremos aznaristas'

2. La lealtad de los socialistas es conmovedora:

qué gentileza la suya, al organizar su conocido show 'Que no nos divida nadie, que ya nos dividimos solos' justo en la semana anterior al congreso popular. ¡Y encima la sentencia de los fondos reservados! 'División y mangoneo frente a unidad y pulcritud,' lema del congreso popular. Zapatero quiere ser el novillero de moda que aspira a tomar la alternativa y desde el PP le señalan como el líder de los bomberos-toreros.

3. Como se nota que ingleses,

franceses y alemanes no saben de toros. No van de frente: aprovechando el trabajazo que tiene Aznar (el congreso del PP, el congreso de los socialistas vascos, salir por la tele, etcétera) amenazan con hacerse los amos de Europa. Primero dan un toque de atención a Berlusconi por sus titubeos con el euro, después protestan por los presos talibanes enjaulados por Bush en Guantánamo, ahora quieren hacer un Gobierno Permanente Europeo. Ridículo. Esto de Guantánamo, por ejemplo, Aznar lo soluciona de una forma muy taurina: refugiándose en el burladero. Pero ay, esa funesta manía de los europeos de meterse en política...

4. ¿Alguien recuerda que un día,

en un congreso del PP, Francisco Álvarez Cascos, dijo: 'En este partido nunca seremos aznaristas?' A ver si fue ese el día en que empezó a declinar su estrella. Qué tragedia, la de Cascos. Él, que fue primer mozo de espadas, banderillero y hasta rejoneó (con hacha, sí, pero rejoneó) se ve relegado al papel de espontáneo en la corrida de este fin de semana. '¡Dejadme solo, dejadme solo!', grita Paco, echándose al ruedo con su enmienda, para obligar a Aznar a torear hasta batir el récord de Curro Romero. Parece mentira que Paco Cascos, precisamente Paco Cascos, no sepa que un torero, al ver un espontáneo, desconfía, por si su intención no es cargarse al toro sino al torero.

5. Todos los toros, al leer el cartel

que anuncia la corrida, ese cartel que dice 6 toros 6, saben que tras su momento de gloria vendrá otro a sustituirles. Por eso no dan la lata con el sacrificio que supone su sucesión. ¡Qué fatiguita si cada toro entretuviera sus veinte minutos en mugir mensajes de despedida! 'Me iré con gran sacrificio, porque hay que ver lo bien que me lo estoy pasando'. Tal vez en un primer momento llamara la atención, la gente comentaría, qué gracia, el Toro Parlanchín, qué salao. Pero de mantenerse mucho tiempo esa costumbre la gente acabaría llamándole el Toro Tostón.

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