2002, un año para el turismo ecológico
Fitur abre bajo el signo del euro y la resaca del 11 de septiembre
Es el año del euro y el del turismo verde, declarado por Naciones Unidas. Pero también el del síndrome 11-S, con el que se ha abierto una época de cambios en los hábitos de los viajeros y en las estrategias de las empresas del sector. Hace 12 meses, la industria batía récords de ingresos y tráfico de viajeros, con 699 millones anuales. El turismo a escala mundial registraba un crecimiento del 7,4%, el mayor de todo el decenio, según datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT). Estos buenos pronósticos se vinieron abajo el 11 de septiembre de 2001 (del 4% de incremento que se esperaba se bajó en tres meses a un 1%). El pasado 17 de enero, David de Villiers, secretario general adjunto de la OMT, pronosticaba un año difícil para la industria, que aborda 2002 con una previsión de crecimiento cero, aunque se espera que la situación mejore en el segundo semestre.
Existen multitud de posibilidades, desde un sosegado paseo por un parque nacional hasta coronar el Kilimanjaro, recorrer la selva tropical por una pasarela por encima de los árboles, salir de noche en todoterreno en busca de los grandes cazadores de la sabana, realizar excursiones en elefante para ver los últimos tigres asiáticos o identificar aves acuáticas en un humedal castellano.
Por todo esto, la cautela y un moderado optimismo son la tónica previa a la 22ª edición de Fitur, la feria internacional de turismo, que se celebrará en el Parque Ferial Juan Carlos I, en Madrid, del 30 de enero al 3 de febrero. El encuentro servirá, según sus organizadores, para definir las nuevas estrategias. Más de 8.500 empresas y 627 expositores directos de 170 países, un 2,7% más que el año pasado, presentarán sus propuestas viajeras para los próximos meses. La feria despliega por vez primera su oferta en Internet (www.fituronline.com) y amplía sus instalaciones con dos nuevos pabellones, que albergarán la sección Fitur Congresos.
¿Cuáles serán los viajes de los españoles en 2002? Europa, y sobre todo Hungría y Chequia, destinos más baratos que otros países de su entorno, encabeza las preferencias de los españoles en sus salidas al extranjero. El mercado de los viajes de idiomas al Reino Unido se recupera tras la epidemia de fiebre aftosa, aunque con el inconveniente de una libra alta. Además de los circuitos clásicos y las grandes capitales, se está potenciando el turismo de las regiones con una fórmula de circuitos flexibles o fly & drive (vuelos, hoteles con reserva y coche de alquiler) por lugares como Sicilia o la Toscana. A todo esto hay que sumar los grandes acontecimientos del arte y la cultura y los nuevos parques temáticos que abrirán sus puertas en primavera: el Walt Disney Studios de Paris y el parque Warner de Madrid.
Cuba, la República Dominicana y el Caribe mexicano son los líderes de los destinos de larga distancia gracias a los intereses de los mayoristas españoles en la región, con hoteles de las cadenas Barceló, Iberostar, Riu y Sol Meliá. Y se espera que este año abunden las buenas ofertas: el retraimiento de los turistas norteamericanos y canadienses ha bajado el nivel de ocupación, con el consiguiente descenso de los precios. Asia Oriental y el Pacífico, con Tailandia y China a la cabeza, se mantienen con buenos resultados gracias a su imagen de lugares exóticos y seguros: Tailandia recibió cerca de 10 millones de visitantes en 2001, y Vietnam, otro país al alza, tuvo un crecimiento del 10% en el mismo año. Malaisia, que trata de hacerse un hueco en el mercado español, ha comenzado el año con una ventajosa campaña promocional, y también se encuentran buenas ofertas para viajar a Australia, con programas desde 985 euros (Catai). Mauricio y las Maldivas, en el Índico, son las alternativas al Caribe preferidas por las parejas de novios, y el combinado de safari y estancia en las playas de Zanzíbar encabeza los viajes a África.
Argentina, que se anunciaba como destino estrella en Suramérica, permanece en suspenso por el efecto corralito. Estados Unidos, Egipto y la India, tres grandes destinos turísticos, son los países más afectados por la crisis, y el efecto dominó se ha extendido a lugares como Marruecos, Túnez o Turquía. El turismo español ha conseguido mantenerse a flote, en parte gracias al efecto de barrido que ha desviado hacia España parte de los viajeros que planeaban viajar a estos países. Aunque las reservas de alemanes y británicos bajaron a finales de 2001, el año se cerró con una tasa de crecimiento de alrededor del 3%.
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