Autentificación de Puccini
La expectación máxima del importante ciclo sinfónico se centraba en el estreno de la nueva versión del tercer acto de Turandot, de Puccini, realizada, a instancias del festival, por Luciano Berio para sustituir la que llevara a cabo, a la muerte de Puccini, Franco Alfano, quien quizá atendió más a la letra que al espíritu de la obra, basada en la vieja fábula de Carlo Gozzi.
El propio Berio, el director Riccardo Chailly, los compositores y estudiosos Marco, García Alcalde, Restagno o Marco Uvietta se han ocupado ampliamente, a través de ensayos y estudios especiales, de este acontecimiento operístico sin escena, que la tendrá en los próximos meses con la representación íntegra de Turandot en Amsterdam, Los Ángeles y Salzburgo.
Luciano Berio (Oneglia, Italia, 1925) nació en el seno de una familia musical y representa muy bien la síntesis del siglo XX en su segunda mitad; es músico de larga inventiva y profundo sentido de la libertad creadora, y además posee una inteligencia fuera de serie; renovador sin jactancia de los diversos géneros musicales, incluyendo la ópera, que ama y conoce en su última entraña, desde Monteverdi hasta la escuela de Viena, nos ofrece en todo momento el mejor espectáculo del mundo: una inteligencia en acción.
En su trabajo sobre Puccini campan tales cualidades, y los resultados, tras la escucha en concierto del reescrito final de Turandot, son espléndidos, mejor concretados y fieles a las últimas significaciones de la creación pucciniana, que accede así a nuevos y más dilatados horizontes. De este modo, la obra, triunfadora desde su estreno, reverdece su talante al tiempo que se aproxima en mayor medida a los gustos de nuestro tiempo, a partir de una trascendida autentificación de los planteamientos puccinianos.
La interpretación de Riccardo Chailly y la orquesta del Concertgebouw de Amsterdam y el coro de la radio holandesa tuvo mucho de ejemplaridad, a la que contribuyó notablemente un cast responsable y muy equilibrado en el hacer protagonista de la soprano Eva Urbanova (Turandot), María Fontosh (Liù) y Denis O'Neill (Calaf).
Este Turandot idealiza el conflicto y los personajes al distanciarlos de un excesivo realismo y enaltece el protagonismo de Liù frente a la crueldad de la princesa. Éxito total y un entusiasmo desbordado a través de largas ovaciones para Luciano Berio y todos sus intérpretes.