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Camps se perfila como heredero formal de Zaplana al mantenerse en la dirección del PP

Esteban González pierde la secretaría de política autonómica y Pujalte asume economía

Francisco Camps, vicesecretario del Congreso de los Diputados, mantendrá una secretaría ejecutiva en la dirección del Partido Popular nacional, que asumió al producirse una vacante, mientras que Esteban González, portavoz en el Senado y secretario de política autonómica desde el pasado congreso, ha cedido su posición ejecutiva. González permanece en la ejecutiva como vocal en virtud de su cargo institucional, pero cede terreno, mientras que Camps se perfila como heredero formal de Eduardo Zaplana en el inicio del congreso nacional del PP.

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La liturgia de los congresos del PP es tan estricta que los movimientos políticos sólo pueden apreciarse en los detalles. Y González ha sido progresivamente degradado desde la convención que el PP de la Comunidad Valenciana celebró en Alicante hace ahora un año. Su caída se atribuye a un pulso entre Javier Arenas, secretario general, y Pío García Escudero, coordinador nacional de Administración Pública. González habría sido sacrificado por Arenas para debilitar la posición de Escudero en el máximo órgano de dirección del PP ante la imposibilidad de derribar directamente a un coordinador de área.

Eduardo Zaplana, presidente regional de la Comunidad Valenciana, salva la cara puesto que González mantendrá su puesto en la ejecutiva como vocal porque es portavoz del PP en el Senado, pero lo cierto es que ha consentido que uno de sus supuestos delfines haya sido degradado.

Un gesto que ilustra a las claras el consentimiento de Zaplana se produjo durante la intervención de González ante el plenario del congreso. El servicio de prensa del partido aprovechó precisamente ese momento para convocar a los periodistas y presentar a los portavoces de la delegación valenciana un balance de las enmiendas a las distintas ponencias que han sido aceptadas. Rita Barberá, Alejandro Font de Mora, Miguel Peralta, Vicente Martínez Pujalte y el propio Camps consumieron el tiempo suficiente como para impedir el seguimiento de la intervención del portavoz en el Senado que, por su parte, no se movió un milímetro de la doctrina oficial que ha sostenido en la Cámara territorial.

Los gestos en demérito de González se arrastran desde hace unos meses. Tampoco fue invitado a participar como portavoz de la delegación valenciana ante el congreso, mientras que todos los ponentes que protagonizaron la convención del partido en Alicante mantuvieron esa condición.

La caída de González, aunque relativa, refuerza la posición de Camps como heredero de Zaplana. Camps cuida mucho su presencia en Valencia y siempre se deja ver en actos estratégicos. Uno de sus colaboradores más íntimos comenta cómo acudió a la concesión del último premio de convivencia Manuel Broseta a pesar de su estado febril.

Arenas había anunciado el jueves el descenso de González durante una comida con todos los miembros de la ejecutiva saliente, en la que advirtió públicamente al senador y a otra compañera que tenía que hablar personalmente con ellos. Anoche, en una breve entrevista tras presentar su informe de gestión como secretario general, Arenas confirmó las sospechas de todos los presentes.

La entrada de Vicente Martínez Pujalte, portavoz de Economía en el Congreso de los Diputados, en la dirección nacional como secretario de Economía se percibe como un agradecimiento a su papel en las sesiones de la comisión de investigación en torno al caso Gescartera. Pujalte reitera que tal cargo es incompatible con su posición en el Congreso, pero esos obstáculos formales son menores cuando su ascenso se debe a la intervención de Rodrigo Rato, vicepresidente económico del Gobierno y vicesecretario general del partido. Su vinculación al denominado sector cristiano es pública y notoria y no casa bien con el discurso centrista que destilan las enmiendas de la delegación valenciana a las distintas ponencias debatidas durante el congreso. Juan Costa, secretario de Estado de Turismo y Comercio, ocupará una plaza como vocal en la ejecutiva que será proclamada el domingo, pero su carrera se ha desarrollado hasta la fecha en Madrid y todo indica que sus aspiraciones se centran en el área económica del Gobierno central.

Más valencianos

Rita Barberá y Eduardo Zaplana permanecen en el núcleo duro de la ejecutiva nacional como cargos natos, de modo que el presidente autonómico y presidente el congreso nacional puede presumir de el notable aumento de militantes valencianos en la dirección del partido y mantener intactas sus propias ambiciones en el seno de la organización.

A lo largo de las sesiones celebradas ayer, Zaplana hizo gala de toda su simpatía para ganarse el aprecio de los presentes y arrancó una ovación cuando, en su primera intervención, alabó la discrepancia en el seno del partido, en alusión directa a Francisco Álvarez Cascos, y cerró la frase con un recuerdo a los que ya no pueden expresar su posición porque han sido víctimas del terrorismo, un elemento recurrente en todos los discursos ante el plenario.

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