Una vendedora de la ONCE agredida con líquido inflamable

Una vendedora de cupones de la ONCE de Girona sufrió ayer quemaduras muy graves en la cara, el pecho y las manos a causa del líquido inflamable que un presunto atracador le arrojó por la ventanilla del quiosco de la avenida de Santa Eugènia en el que se encontraba. El individuo que atacó a Purificación Alamillo del Pozo, de 62 años, que padece una importante disminución visual, se acercó a la cabina hacia las 13.45 del mediodía, poco antes de que ésta cerrara el quiosco, y le echó encima un líquido a través de la ventanilla de venta al público.

El suceso aparece confuso.Los Mossos d'Esquadra afirman que cuando la mujer quedó empapada por el líquido, su agresor le prendió fuego y se dio a la fuga a pie. Otras versiones apuntan la posibilidad de que el líquido con el que el atracador pretendía inmovilizar a la vendedora se encendiera con el contacto de un calefactor. Lo cierto es que la cerradura de la cabina apareció cerrada, y la caja con la recaudación de la mañana, con apenas unas monedas.

Los Mossos d'Esquadra iniciaron una batida por las inmediaciones del puesto de venta para localizar al agresor inmediatamente después de tener noticia del ataque. Fuentes de la policía autonómica fueron cautas al referirse a los motivos que pudiera tener el agresor. Al parecer, la víctima aseguró no conocer la identidad del atacante.

La vendedora, a pesar de sus graves lesiones, se halló consciente en todo momento y, según explicaron testigos presenciales, se mostró muy confundida por un ataque ante el cual no pudo reaccionar. 'Si al menos me hubiera pedido dinero...', lamentó ante los primeros transeúntes que le ofrecieron auxilio. Algunos de estos testigos dieron una descripción física del atacante, según la cual era un individuo de mediana edad y que casi con toda seguridad actuó en solitario.

Graves quemaduras

La paciente fue atendida de urgencia en la acera e inmediatamente se la trasladó al hospital Josep Trueta. Según el parte médico de este centro sanitario, la vendedora de cupones sufre quemaduras de segundo grado en el 30% del cuerpo y de tercer grado en otras zonas localizadas. A pesar de que se hallaba hemodinámicamente estable, la gravedad de sus quemaduras aconsejó su inmediato traslado a una unidad de quemados del hospital de Vall d'Hebron, en Barcelona. La paciente fue tratada con sueroterapia, analgesia endovenosa y curas tópicas antisépticas.

El producto inflamable arrojado a través de la ventanilla dio de lleno en el cuerpo de la víctima, aunque no prendió en el quiosco. Sólo la repisa experior de venta de billetes aparecía ligeramente chamuscada a causa de la deflagración. En el interior, el fuego fundió algunos utensilios de plástico y parte del cuadro eléctrico de la pequeña cabina.

La cabina de la ONCE en la que se hallaba Purificación Alamillo está en una zona muy transitada. Alamillo no tenía un puesto fijo y se encontraba en ese destino cubriendo las vacaciones del titular. La avenida de Santa Eugènia, que conduce a la población vecina de Salt, tiene una alta densidad de tráfico y de transeúntes. Los Mossos d'Esquadra acudieron a algunas de las entidades bancarias próximas para comprobar si el agresor había podido ser filmado por las cámaras de vigilancia que registran, a través de sus cristales, algunos tramos de la calle.

El director de la ONCE en Girona, Manel Caballero, acudió al hospital a visitar a la víctima.