Los intérpretes de 'Un País de Música I' reciben en Madrid su disco de diamante

Fueron ocho discos colectivos y vendieron 1,5 millones de ejemplares. Por eso, algunos de los músicos e intérpretes que participaron en Un País de Música I recibieron ayer en Madrid su disco de diamante, una distinción que las figuras de los últimos 30 años dedicaron (unos con sorna y otros en serio) a los jóvenes aspirantes de Operación Triunfo. A partir del domingo, sale a la venta el segundo disco-libro de Un País de Música II. Se titula Los alegres 80 (I) e incluye temas de Mecano, Miguel Bosé, Golpes Bajos, Radio Futura, Antonio Flores y Sabina, entre otros.

De Triana a Mecano, de Fórmula V a Radio Futura, de Concha Piquer a Tequila, de Pablo Abraira a Leño, la primera colección de disco-libros Un País de Música reunió 96 canciones que recuperaban lo mejor del pop, el rock, el flamenco y la canción de autor de los últimos treinta años.

La iniciativa de EL PAÍS (en colaboración con la Cadena SER) se convirtió en un fenómeno de ventas, y los impulsores decidieron repetir experiencia este año: la segunda serie empezó a venderse el domingo pasado con el volumen Cantautores.

Pero ayer tocaba reconocer a los artistas que participaron en la primera edición entregándoles el disco de diamante. Y la sede de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) fue un hervidero de estrellas y figuras de la música nacional.

Allí estaban Pau Donés (cantante de Jarabe de Palo), Juan Carmona (Ketama), Olvido Gara (Alaska y Dinarama, Fangoria), Presuntos Implicados, Marta (Ella Baila Sola), Víctor Manuel, Nacho Cano, Alejo Stivell (Tequila), Mikel Erentxun (Duncan Dhu), Javier Ojeda (Danza Invisible), La Unión, La Oreja de Van Gogh y Tam Tam Go.Entregaron los premios Francisco Galindo, secretario general de la Fundación Autor; Daniel Gavela, director general de la SER, y Jesús Ceberio, director de EL PAÍS, y a medida que los artistas iban subiendo al escenario quedaron claras cuáles son sus grandes preocupaciones en ese momento. Unos, como Nacho Cano y los hermanos Campillo (Tam Tam Go), hicieron referencia a la piratería (durante el Midem de Cannes, la SGAE reconoció que la venta de discos ilegales en 2001 ascendió a 60 millones de unidades); pero casi todos los demás hicieron su guiño a otro fenómeno que empieza a inquietar a las estrellas: Operación Triunfo. Abrió el fuego Pau Donés: 'Espero que el año que viene no estén aquí sentados los de Operación Triunfo en vez de nosotros', dijo; y le secundó enseguida Juan Carmona: 'Espero que el flamenco tenga su lugar en la música. Nosotros llevamos 30 años de academia'.

Casi todos los demás suscribieron esa idea. Alaska fue una de las más críticas. 'Está muy bien que los cantantes se preparen, porque cuando estás bien preparado disfrutas más. Pero no nos equivoquemos. A este paso, en 10 años habrá cinco mil tíos que canten muy bien, pero no tendrán personalidad alguna. Eso es la muerte de la creatividad, la muerte del artista. El principio del punki es 'hazlo como lo hagas, aunque no estés preparado'. Si cuando empecé en Kaka de Luxe a los 14 años me coge un profesor de Operación Triunfo me habría cambiado todo: las mallas, la guitarra, el tono grave. Y tampoco es eso'.

Pau Donés fue más lejos: 'Los profesores son terribles. Las canciones, también'. Y Juan Carmona remató: 'Ahí no entona ni Dios'.

Alejo Stivell fue uno de los pocos que agradeció al programa televisivo 'haber conseguido que la industria musical haya salvado un 6% de su producción en el 2001'.