El sector moderado de Convergència aboga por reformar la Constitución
La Fundación Barcelona arremete contra el PP
La Fundación Barcelona, integrada principalmente por el sector más moderado de Convergència Democràtica (CDC), ha cargado en términos muy duros contra la ponencia sobre el patriotismo constitucional que el PP debatirá en su congreso de este fin de semana. La fundación en un documento aboga por reformar la Constitución, acusa a los conservadores de 'deslegitimar el nacionalismo democrático' y califica el documento del PP de autoritario, obsoleto y caduco.
La Fundación Barcelona reúne, entre otros, a los dirigentes de Convergència menos soberanistas, más próximos ideológicamente al ex secretario general Miquel Roca que a la nueva hornada de jóvenes que ha tomado las riendas del partido y del Gobierno catalán. En la fundación se encuentran, entre otros, los ex consejeros Joaquim Triadú y Maria Eugènia Cuenca; el director general de la Corporación Catalana de Radio y Televisión, Miquel Puig, y la jefe de gabinete de Jordi Pujol, Carme Alcoriza.
Es la primera vez, desde su creación, que esta corriente interna nacionalista difunde un documento programático ajeno a CDC. Y en esta ocasión lo ha hecho superando, a veces, en dosis nacionalistas al sector soberanista.
La Fundación Barcelona, aunque expresa su voluntad de seguir 'un futuro en común' con España, defiende abiertamente la reforma de la Constitución -definida como un 'pacto de mínimos'- siempre y cuando 'dé respuesta a las necesidades de libertad, democracia y modernidad exigibles en el siglo XXI'. 'Negarse por principio a modificar la Constitución ni tiene sentido, ni es razonable, ni lo podemos compartir', añade el texto en referencia a la ponencia del PP.
Con el objetivo de resolver 'la articulación de Cataluña en España', el sector más moderado de CDC propugna un 'pacto entre las dos partes', pero nunca a partir de los planteamientos de la ponencia sobre el patriotismo constitucional, que, según la fundación, 'promueve el pensamiento único, basado en una visión estática, inmovilista y paralizante del texto constitucional'.
En el documento de la Fundación Barcelona se arremete sin compasión contra el texto del PP, del que se afirma que 'evidencia autoritarismo, centralismo, intolerancia y poca convicción democràtica'. E incluso se asimilan las teorías y expresiones de la ponencia con las usadas por el franquismo, cuando se afirma que 'el documento destila cierta nostalgia, un tono de cruzada. Se recuperan expresiones propias de la España más oscura, de exaltación épica de una España única... aquella que en la época moderna ha tenido que soportar más años de dictadura que ningún otro país europeo occidental'.
Según los firmantes, el Partido Popular pretende 'deslegitimar el nacionalismo democrático' al 'equipararlo con terrorismo', como sucedió, en su opinión, durante la campaña electoral en el País Vasco. La Fundación Barcelona advierte de que esta actitud puede 'tener consecuencias lamentables para la democracia y para la convivencia'. Asimismo se denuncia la voluntad del PP de querer 'imponer los sentimientos' de españolidad.
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