Adiós a las risas enlatadas

Empieza a ser habitual que la cadena de pago HBO acapare los premios de televisión allí donde se reparten: apenas tiene un puñado de series en antena (su parrilla está ocupada mayoritariamente por películas de cine), pero la calidad de éstas es la envidia de las televisiones convencionales. En la última edición de los Globos de Oro no ganó su producción más aclamada, Los Soprano, pero el premio se lo llevó Six feet under, que se emite en la misma cadena cuando la familia mafiosa descansa y que figura en la programación de Televisión Española para la presente temporada. El éxito de estas series y de la comedia Sexo en Nueva York (que en febrero vuelve a Canal +) puede llegar a provocar una revolución en la televisión en abierto de EE UU.

Six feet under, la serie que logró el Globo de Oro en la noche del pasado domingo a la mejor producción dramática del año, es un retrato imponente de la sociedad reflejada en una familia sumamente peculiar: el clan regenta una empresa funeraria y reside en el mismo edificio en el que se embalsaman cadáveres y se celebran velatorios. Es una serie sobre la muerte y la vida, sobre la sexualidad y sobre los conflictos generacionales, descritos con precisión por el mismo guionista que creó American beauty, Alan Ball. Una de las actrices, Rachel Griffiths, también ha visto reconocida su interpretación como secundaria en esta serie, que emite la cadena de pago HBO.

En comedia, el premio principal fue también para HBO: lo ganó Sexo en Nueva York, y lo que es más importante, se lo arrebató a las históricas Frasier, Friends y Ally McBeal. También la protagonista, Sarah Jessica Parker, se llevó el de mejor actriz. Y el galardón para mejor miniserie de nuevo fue a parar a la HBO: lo recibió Band of Brothers, una producción de Tom Hanks y Steven Spielberg sobre la Segunda Guerra Mundial que en España emitirá este año Tele 5.

Las cadenas convencionales contemplan con resignación cómo la crítica se rinde ante la calidad de los productos de la HBO, que además generan unos índices de audiencia sumamente altos para ser series de pago. Ese fenómeno televisivo está provocando que las cadenas en abierto comiencen a asumir ciertos riesgos en sus nuevos productos. El ensayo más atrevido llegará dentro de varias semanas cuando la NBC estrene la nueva serie de Julia Louis Dreyfuss, que interpretaba a Eleine en Seinfeld. Es una de las primeras telecomedias que se emitirán en prime time sin estar obligada a ajustarse a las normas del patrón: no llevará risas enlatadas ni dos gags por minuto, como el resto de comedias tradicionales.

El riesgo produce beneficios: los únicos Globos de Oro para las cadenas en abierto fueron para productos audaces. Kiefer Sutherland se llevó el premio al mejor actor por 24, una serie de la Fox sobre la CIA que transcurre en tiempo real: el reloj avanza una hora del mismo día en cada uno de los 24 episodios.

Como mejor actriz de drama ganó Jennifer Garner, que en la serie Alias -comprada por Tele 5- interpreta a una agente doble de la CIA. Garner es una mezcla fresca de James Bond y Lara Croft en medio de una trama difícil de seguir, pero agradable de contemplar.