Telefónica considera 'inviable' el plan de Televik para reflotar Sintel
La operadora comunica a la firma rusa que su proyecto es 'inasumible'
Telefónica considera 'inviable e inasumible' el denominado plan de reflotamiento de Sintel (filial de Telefónica hasta abril de 1996) ideado por la firma rusa Televik Corporation, que anunció públicamente en noviembre su intención de comprar la empresa de telecomunicaciones en quiebra. Así se recoge en una carta con fecha de 18 de enero pasado que ha enviado Óscar Maraver, director de Recursos Humanos de Telefónica, a Alexander Brumm, presidente de Televik Corporation.
En esta carta se contesta a Televik: 'Tras las reuniones que se mantuvo con ustedes a instancia suya los días 18 y 28 de diciembre pasados y examinada la documentación no permite la consideración del plan de reflotamiento'.
Telefónica afirma en esta misiva que la situación de Sintel es de quiebra y expone una serie razones para sustentar su decisión. Aparte de estar en quiebra, recuerda a la empresa rusa que no ha tenido en cuenta que el Ministerio de Trabajo ha aprobado varios expedientes de regulación de empleo para Sintel y que Telefónica y su antigua filial no tienen relación contractual. Además, reafirma que Telefónica se ha comprometido con Trabajo y los sindicatos a recolocar a la mitad de la plantilla en empresas proveedoras del sector.
'Por último, pero no por ello menos importante, les manifestamos que en su plan aparece como elemento crítico una obligación para Telefónica de adjudicación a la hoy quebrada de un contrato de duración mínima de tres años y una cuantía de 450 millones de euros (75.000 millones de pesetas), lo cual es inasumible dado el marco que tiene con las empresas contratistas del sector', concluye la carta en la que, no obstante, se precisa que esta negativa no supone una descalificación de la solvencia y profesionalidad de Televik.
La mejor salida
Esta misiva coincide en el planteamiento de Trabajo y de los sindicatos mayoritarios, que siguen insistiendo en que la mejor salida es el plan aprobado en agosto, que prejubila la mitad de la plantilla y recoloca a la otra mitad. El coste de este plan para las arcas del Estado asciende a 180 millones de euros (30.000 millones de pesetas). Televik cuenta con el apoyo de la plantilla de Sintel, que también suscribió el plan de agosto. Televik supedita la resolución de la crisis a que Telefónica firme un contrato de un mínimo de tres años con Sintel para comprar material por 450 millones de euros.
La crisis de Sintel pasó por su momento más difícil el año pasado, cuando los empleados instalaron el 28 de enero un campamento en el Paseo de la Castellana de Madrid. Allí permanecieron durante 187 días para pedir una solución al Gobierno. En agosto pasado se alcanzó un acuerdo y se levantó el llamado campamento de la esperanza. Y, en noviembre, Televik hizo público su interés por la empresa. Sin embargo, el comisario y el depositario de la quiebra de Sintel enviaron recientemente un escrito al juzgado que intruye el proceso de quiebra en el que recordaban que la ley prohíbe 'la venta de activos de una compañía cuando está en trámite de convenio de la empresa quebrada con sus acreedores'.
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