La 'nueva' Scala aprueba el primer examen

Dos mil cuatrocientos espectadores, entre ellos lo más granado de las finanzas italianas, además de varios ministros y no pocos famosos del mundo del espectáculo, asistieron el sábado a la inauguración del teatro de los Arcimboldi, en la periferia de Milán, que acogerá a la orquesta de La Scala hasta la temporada de 2004. Durante este tiempo, el viejo y señorial teatro milanés será rehabilitado y modernizado para mejorar tanto las condiciones acústicas como las medidas de seguridad.

Pero la Scala no quedará silenciosa durante casi tres temporadas. El teatro de los Arcimboldi es desde el sábado el nuevo templo de la lírica milanesa. Para la ocasión, Riccardo Muti dirigió La Traviata, la más popular de las óperas de Giuseppe Verdi, según el propio Muti, cuya dirección logró romper cualquier sombra de duda sobre las posibilidades acústicas del nuevo teatro.

Situado en una antigua zona obrera (La Biccoca), el nuevo teatro, de líneas marcadamente geométricas, obra del arquitectoVittorio Gregoti, ha sido edificado en un tiempo récord (27 meses) y con numerosas contribuciones económicas de las empresas de Lombardía.

Según los críticos que acudieron a probar el nuevo recinto, la acústica es infinitamente mejor que la de la vieja Scala, mientras el enorme escenario ha dividido las opiniones. Hay quien lo encuentra grandioso y quien lo compara con una gigantesca pantalla de cine. La ausencia de loggia (el gallinero de La Scala) ha dado que hablar también, pero, como era previsible, la nueva Scala ha merecido una puntuación alta en todos los medios de comunicación italianos.