El Mallorca arrasa a un Athletic holgazán
El conjunto balear impuso su agresividad y amplió su condición de gafe para los rojiblancos
Seis victorias y un empate acumulaba el Athletic en sus desplazamientos, y no perdía lejos de San Mamés desde el pasado mes de septiembre en el Santiago Bernabéu. El Mallorca no se dejó impresionar por las estadísticas y pasó por encima de su rival con autoridad insultante, impropia de un equipo que lucha por zafarse de los últimos puestos de la tabla.
El Athletic salió dormido al campo y despertó con la ruidosa celebración del golazo de Luque. Hasta ese instante (m. 36) los leones, en esta ocasión vestidos de azul, habían holgazaneado a sus anchas, olvidando lo mal que le suelen ir las cosas en Palma de Mallorca en los últimos años. Jupp Heynckes retocó sus líneas para afrontar una de las salidas más ingratas de la temporada. El hombre que ha puesto de moda los Tikotazos (Roberto Martínez, Tiko) se quedó en el banquillo (entró en la segunda parte por Julen Guerrero), mientras que Javi González emigraba a la banda izquierda para permitir a Murillo jugar por la derecha. Y todo ello para cuidar a muerte el 0-0, porque el Athletic sólo disparó a puerta en una ocasión en la primera parte, al cuarto de hora, y fue a través de Urzaiz, que cruzó en exceso una buena asistencia de Joseba Etxeberría.
MALLORCA 3| ATHLETIC 0
Mallorca: Roa, Olaizola, Nadal, Niño, Miquel Soler; Campano, Engonga, Marcos, Novo (Cristián Díaz, min. 75); Paunovic (Losada, min. 71) y Luque (Carlos, min. 93). Athletic: Lafuente; Murillo, Lacruz, Carlos García, Javi González; Orbaiz, Alkiza (Urrutia, min. 80); Joseba Etxeberrría, Julen Guerrero (Tiko, min. 63) Yeste (Ezquerro, min. 63); y Urzaiz. Goles: 1-0. Min. 36. Luque bate a Lafuente con un disparo raso y cruzado, tras sortear a Lacruz y Murillo. 2-0. Min. 70. Engonga transforma un dudoso penalti señalado a Orbaiz. 3-0. Min. 92. Losada cruza el balón ante la salida de Lafuente, tras aprovechar un fallo garrafal de Carlos García. Árbitro: Pérez Burrull, del colegio cántabro. Amonestó a Novo, Paunovic, Engonga, Luque y Nadal del Mallorca; a Lacruz del Athletic. Unos 15.000 espectadores en el estadio Son Moix.
La escasa ambición de su rival actuó como un bálsamo para el Mallorca de Sergio Kresic. El técnico croata puso al Lechuga Roa en el sitio de Leo Franco en la portería; además, recuperó el 4-4-2 habitual y se olvidó del tercer defensa central, que poco o nada había aportado a su equipo en las últimas jornadas.
Los rojillos, con la amenaza del descenso pisándole los talones, no están para lanzar globos, pero siguen teniendo jugadores decisivos. Es el caso de Luque, autor del primer gol, noveno que marca esta temporada, tras una brillante acción personal en la que encontró la colaboración del joven Murillo, que en vez de encimarle, le aclaró el poco terreno que quedaba. También, destacó Roa bajo los palos, muy seguro toda la tarde y que sacó a relucir su clase ante un envenenado cabezazo de Etxeberría que se dirigía a la escuadra.
Voluntad frente a desidia
En general, el Mallorca mostró una mejoría evidente con respecto a los últimos partidos. El equipo tuvo esa pizca de agresividad que marca la diferencia en el campo. La desidia perenne que mostró el Athletic, con excepción del primer cuarto de hora de la segunda parte, contribuyó a que tuviera una tarde feliz, que no conocía desde el mes de noviembre cuando derrotó al Deportivo.
El Athletic, que en principio venía a la isla a recortar diferencias con el Real Madrid, tuvo en su apatía a su peor enemigo, más incluso que su rival. Tiko y Ezquerro, que entraron en el minuto 63, no lograron romper la inercia del juego que estaba desplegando el Athletic. Y así hasta el final. El Mallorca, al menos, se reconcilió con su afición y celebró algunas cuestiones. Entre ellas, el afortunado debut en Son Moix de Roberto Losada, jugador cedido por el Oviedo hasta el 30 de junio, ya recuperado de una grave lesión que le mantuvo un año apartado de los terrenos de juego. El Chino cogió un balón en el minuto 92 y cerró el marcador con un derechazo inapelable. Todos sus compañeros celebraron el gol como si con él hubiesen ganado la Copa del Mundo. A cambio el Athletic ratificaba en esa jugada todo su desastre defensivo
Como dijo Kresic, ante el Athletic estaba en juego la primera final que hay por delante para evitar el descenso. El objetivo se conquistó a costa de un Athletic que sigue sufriendo en Mallorca y que no pudo evitar la segunda derrota de la temporada lejos de San Mamés, ambas víctima de la indolencia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.