La pérdida de poder de los eurodiputados socialistas crea una crisis interna
El grupo de Partido de los Socialistas Europeos (PSE), que lidera el español Enrique Barón, sufrió ayer las primeras desavenencias serias en su seno originadas por la pérdida de poder en la Eurocámara tras la elección del nuevo presidente, el liberal irlandés Pat Cox.
Los representantes socialistas de Italia y Francia advirtieron a Barón de que estaban dispuestos incluso a poner en riesgo su cargo si en el reparto de poder resultaban gravemente perjudicados Giorgio Napolitano, hasta ahora presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, y el ex ministro Michel Rocard, al frente de la de Empleo, que ha pasado a control de los Verdes.
El origen del problema se remonta a 1999, cuando el Partido de los Socialistas Europeos exigió a los populares, mayoritarios en la Cámara, presidir la primera parte de la legislatura. Éstos pactaron entonces con los liberales y, por primera vez en 10 años, el segundo grupo de la misma se ha quedado sin colocar a uno de sus hombres en la presidencia a lo largo de toda la legislatura.
Una vez elegido Cox el pasado martes, los grupos iniciaron también, por un sistema de adjudicación de mayor a menor, el reparto de puestos de responsabilidad. Los socialistas han perdido ya una de las dos vicepresidencias que tenían -ha salido el portugués Luis Marinho- y uno de sus dos puestos en el equipo de cuestores, el poderoso sindicato de los eurodiputados que marca la política de dietas, gastos y prebendas.
Dos delegaciones de interparlamentarios de peso, la del Magreb -hasta ahora en manos del catalán Raimon Obiols- y la de Estados Unidos también pasan a control de los populares.
Pérdida importante
Pero el problema más grave surgió ayer con el reparto de presidencias de comisiones. Aunque mantiene el mismo número -seis de un total de 18-, el Partido de los Socialistas Europeos ha perdido una de relieve, la de Política Social y Empleo -hasta ahora presidida por Rocard-, a cambio de otra considerada menor, la de Cultura.
Los franceses han pedido recolocar a Rocard en la comisión de Asuntos Constitucionales, en manos del dirigente italiano Napolitano. Ante lo que se avecinaba, la compatriota de éste, Pasqualina Napoletano, líder de los socialistas italianos, exigió entonces a Barón que Napolitano presidiera la Comisión de Industria, hasta ahora bajo control del español Carlos Westendorp.
Unidos por el infortunio, italianos y franceses presionaban anoche a Barón para buscar un arreglo. Si no, la crisis puede saltar por los aires.
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